La red de lagos del Gran Valle del Rift en Kenia, la costa australiana de Ningaloo y las islas japonesas de Ogasawara entraron hoy en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) .
La red de lagos del Gran Valle del Rift la integran el Bogoria, el Nakuru y el Elementaita, que están interconectados y cubren una superficie total de 32.034 hectáreas, explicó en un comunicado la UNESCO, que hasta el próximo día 29 celebra la trigésimo sexta sesión de su comité del patrimonio mundial.
En esos lagos viven 13 especies de aves amenazadas de extinción y son uno de los puntos con mayor diversidad de aves en el mundo, destacó la organización, que a ese respecto señaló que se trata del área más importante de alimentación de flamencos enanos y de un espacio relevante para la nidificación de los pelícanos blancos.
También es un hábitat para grandes mamíferos como el rinoceronte negro, la jirafa de Rothschil, el león, el guepardo y el lycaon.
En cuanto a la costa de Ningaloo, la UNESCO destacó que se trata de uno de los más largos arrecifes costeros en el mundo, con una superficie de 708.350 hectáreas que incluyen un sistema kárstico calcáreo y una gran red de grutas y de corrientes submarinas.
Recordó que cada año es lugar de concentración de tiburones y ballenas y que allí viven multitud de especies de la fauna marina, como tortugas.
Por lo que respecta a las islas Ogasawara, a un millar de kilómetros al sur del principal archipiélago japonés, la UNESCO justificó su integración en el Patrimonio Mundial «por la riqueza de los ecosistemas, que reflejan toda una serie de procesos de la evolución natural» .
Abarca una superficie de 7.393 hectáreas repartidas en más de una treintena de islas con una rica fauna que incluye por ejemplo el zorro volador de Bonin, un murciélago en peligro de extinción y 195 especies de aves, muchas de las cuales también corren peligro.
Agencia El Universal