Codlplay hizo su aparición el viernes en el escenario del festival Lollapalooza, que este año cumpliría su vigésima edición.
La banda londinense dio una probada de lo que será su quinto álbum. El vocalista Chris Martin prometió un tiempo de rock a la multitud que se dio cita en el Grant Park para ver la primera aparición en el encuentro.
La banda necesitaba dar un show de verdadera calidad ya que se enfrentaba con los veteranos del espectáculo como Muse en un extremo.
Después de hacer sobresaltar a la multitud con Jay-Z y la fanfarria de regreso al futuro, Martín y compañía hicieron su mejor esfuerzo en los 90 minutos del show que estuvo lleno de gritos a lo largo de los hits y loas melodías ya consideradas épicas.
El espectáculo comenzó con un combo de temas nuevos como “MX” y “Hurts like heaven”. Para hacer tambalear a la audiencia tocaron “Yellow” que sonó tan edificante como cuando la dio a conocer por primera vez, más de una década atrás.
Después de la furia con que rasgaron la guitarra acústica para los dos primeros temas, un Martín más sonriente dio paso a un guitarrista sin el alma pretenciosa Jonny Buckland que tomó la atención de los presentes con algunos solos durante “In My Place”.
Matin hizo un pequeño homenaje a la fallecida cantante de soul, Amy Winehouse durante el show al hacer una pequeña transición de los coros de “Rehab” a un inesperado “Fix you”. Cada canción fascinaron al grupo.
“Clocks” de Coldplay arrancó el encore junto con el tema “Waterfall”.
Latinos en el show
Mientras Los Bunkers tocaron en el escenario PlayStation, Ana Tijoux hizo lo suyo en el Perry´s.
Ambos pactados a la misma hora, “Es un gran día para la música chilena. Muy bonito”, refirió desde su tarima Mauricio Durán, guitarrista de los Bunkers. “Me di cuenta de que hay mucha sensibilidad con Chile por parte del público estadounidense. Había muchas banderas chilenas y camisetas de la selección, pero también harto seguidor gringo”, agrega Tijoux en su propio espacio.
Antes de iniciar su espectáculo, Ana ofreció unas breves palabras dedicadas al movimiento estudiantil que hoy está en pleno auge en la comunidad chilena. “Dije que los estudiantes eran un orgullo para el pueblo chileno y que basta de represión policial. Fue nuestro pequeño homenaje», detalla. Tras el tributo interpretó “Obstáculo” y “Partir de cero”.
Para los Bunkers que tuvieron su oportunidad en uno de los escenarios intermedios que albergó a casi tres mil personas, fue muy emotivo el poder estar en un país que no comparte el idioma. “La ciudad es bellísima y es bueno sentir que otro público ve tus canciones”, finalizó Durán.
Previo a ello tocaron temas como “Miéntele” y “No me hables de sufrir”, así como un homenaje a Los Angeles Negros “Y volveré”.
Agencia El Universal