Greenpeace solicitó al gobierno japonés que haga obligatorio el etiquetado de los productos marinos vendidos por pescadores minoristas, y pidió que se indiquen tanto los niveles de radiación como el área de pesca. Además urgió a fortalecer el procedimiento de monitoreo y hacer más estricta la regulación para distribuir el pescado.
La solicitud se hizo con base en los monitoreos que realizó Greenpeace en peces capturados en el Puerto de Onahama, ciudad de Iwaki entre el 22 y el 24 de julio y en los que detectó altos niveles de contaminación radioactiva. El muestreo se realizó con la ayuda de los pescadores locales. Los laboratorios franceses ACRO y CRIIRAD analizaron muestras de peces como el greenling y el pez roca, en los que encontraron altos niveles de radioactividad (749Bq por kg de cesio) y (1.053 Bq por kg de cesio) respectivamente.
En comparación con las restricciones aplicadas hace una semana para el consumo de carne vacuna, en este momento Japón no ha establecido una ley de rastreo para comida de mar; además se carece de una ley sobre etiquetado sobre el origen de la comida del mar vendida en tiendas minoristas. Por lo tanto, es muy importante el resultado de las pruebas que se realicen en redes de pesca en la prefectura de Fukushima en agosto; y en septiembre, cuando inicie la temporada de pesca de arrastre en Fukushima e Ibaraki. En este momento no es seguro confiar únicamente en el monitoreo improvisado que realiza el gobierno japonés, porque este no le dará certeza al consumidor sobre la inocuidad de los productos pesqueros.
“En todas las muestras se detectaron niveles significantes de radioactividad. Esto nos demuestra que la contaminación fuera de las costas de Fukushima es todavía muy seria. Los supermercados no están proporcionando suficiente información a los consumidores. Para no cometer el mismo error como el de liberar carne de res contaminada al mercado, el gobierno debería mejorare el monitoreo del océano y al mismo tiempo acelerar el sistema de etiquetado obligatorio”, señaló Wakao Hanaoka, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace Japón.
Los pescados y mariscos son esenciales para la dieta japonesa, por lo tanto será demasiado tarde si esperamos a que el gobierno reaccione. Los minoristas son los más cercanos a los consumidores y son responsables de establecer sus propios estándares de distribución, sistemas de monitoreo y proporcionar información a los consumidores, de la misma forma en que dos de los supermercados más grandes de Japón decidieron monitorear a todo el ganado.