Ciudad de México.- Senadores, artistas e intelectuales encabezaron ayer un acto protocolario en el que se oficializó que el auditorio principal de las nuevas instalaciones del Senado lleve el nombre de Octavio Paz, en honor al Nobel de Literatura 1990.
Al evento acudió Marie-José Tramini, esposa del escritor fallecido en 1998, y fue encabezado por el presidente del Senado, José González Morfín, coordinador del PAN, y los coordinadores del PRI Manlio Fabio Beltrones, y del PRD, Carlos Navarrete, así como por la presidenta de la Comisión de Cultura, María Rojo y el senador perredista José Luis García Zalvidea.
El escritor Enrique Krauze fue uno de los oradores principales, quien destacó la obra de Paz y su relación con el entorno político-cultural de su época.
Krauze dijo que Paz señaló en su momento a las “buenas conciencias”, tanto de la derecha como de la izquierda, y las puso en tela de juicio. Recordó como la publicación VUELTA fue la trinchera del escritor.
Ante sus críticos, dijo, el escritor siempre se defendió con su obra.
El ex gobernador de Tabasco, Enrique González Pedrero, dijo que los “Indignados” de ahora están tratando de inyectar vigor a la debilitada política nacional, a través de la construcción de la manifestación popular.
Afirmó que lo que sucede en el planeta llegará a México, por lo que cuestionó si podrán unir fuerzas para formar un poder global que conduzca al mundo a resolver las contradicciones entre la economía y la política.
Dijo que hace falta Paz para ayudarnos a reflexionar sobre los tiempos que vienen, y recordó “que tenemos su método y hay que emplearlo”.
En el evento también estuvieron Homero Aridjis, Fernando Serrano Migallón, Gerardo Estrada, Eduardo Lizalde, Ernesto de la Peña, Guillermo Tovar y de Teresa, Lorena Salazar Macháin, Amparo Galdoz, Arnaldo Coen y la actriz Sivia Pinal.
En su turno, González Morfín reconoció que se trata de un sincero y merecido homenaje. “No podríamos entender la historia intelectual y literaria del siglo XX sin referirnos al pensamiento y la obra de Paz. Su pasión, sus libros, sus poemas, sus artículos y ensayos guiaron por muchos años el debate cultural de México y trascendieron fronteras políticas y de lenguaje, de la misma manera que hoy trascienden las barreras del tiempo y la distancia… Paz fue siempre mucho más que la producción literaria y cultural”.
González Morfín dijo que “lo recordamos como un comentarista reflexivo de la realidad nacional, que prestó un gran servicio a México con su crítica a los excesos del poder, pues siempre rechazó el dogma y cualquier tipo de autoritarismo ideológico o político.
“Pero creo que el Paz que tal vez hoy nos hace más falta recordar en México es el defensor luminoso e incansable de la democracia y la libertad”.
Para el presidente del Senado, el mejor homenaje a Paz es defender la libertad y defender la democracia.
Agencia El Universal