Cada año, a finales de octubre, puede presenciarse en los bosques ubicados en el centro del país, en los límites del Estado de México y Michoacán, un espectáculo natural que no tiene comparación: la llegada de la Mariposa Monarca.
En esta larga travesía, las mariposas monarcas llegan a las ramas de los árboles del Parque Nacional “El Cimatario”, un lugar que se encuentra a 15 minutos del centro de la ciudad de Querétaro.
Viajando en colonias compuestas por más de 20 millones de individuos, estas mariposas de alas color naranja rojizo brillante, con nervaduras negras y manchas blancas en las orillas, llegan para invernar.
Las Monarcas datan de hace aproximadamente 250 millones de años. La mayor parte de ellas nacen campesinas, ya que son originarias de los campos agrícolas ubicados en la franja fronteriza del sur de Canadá y el norte de los Estados Unidos.
Las mariposas migratorias recorren diariamente una distancia aproximada de 120 kilómetros, colocándose en corrientes de aire ascendente para aprovechar el impulso y planear.
Con esta técnica de vuelo, las Monarcas sólo necesitan aletear cuando pierden el viento o cuando desean cambiar de rumbo, lo cual les permite guardar energías suficientes para completar su largo viaje.
Después de haber cubierto más de cinco mil kilómetros de recorrido, la generación Matusalén de Mariposas Monarca llega finalmente a los 5 santuarios localizados en México, colgándose de los troncos y racimos de oyamel, preparándose así para ser parte de la mitad de la colonia que sí sobrevivirá al invierno y a los depredadores.
A mediados de febrero, cuando la temperatura aumenta y los días se hacen más largos, las Monarcas se desprenden de los árboles, para comenzar sus rituales de apareamiento. Cuando cada hembra ha dejado un aproximado de 400 huevecillos sobre las hojas de las asclepias, comienza la búsqueda de flores para extraer el néctar y así acumular energía para el largo viaje de regreso a casa.
A mediados de marzo pueden observarse grandes colonias de Mariposas Monarca batiendo las alas al unísono en espera de corrientes de aire ascendente para impulsarse y así emprender el vuelo.
Una vez en territorios de los Estados Unidos, la generación Matusalén morirá y el viaje continuará como una carrera de relevos en la que las descendientes de corta vida seguirán la migración hacia el norte en varias generaciones.
Las Monarcas que regresarán a los santuarios en invierno, nunca antes han estado ahí, fueron sus antepasados quienes realizaron el recorrido el año anterior; sin embargo, gracias a que la orientación se transmite genéticamente, las Monarcas Matusalén del próximo año podrán regresar sin problema alguno, al mismo lugar en el que sus antecesoras hibernaron.
Los invitamos del 1 al 7 de Noviembre a observar estos grandes racimos de alas de enorme colorido en el Parque Nacional “El Cimatario”, y les recomendamos ir en los horarios de 7:00 a 9:30 de la mañana y de 16:00 a 18:30 horas, para que recorras la zona de emperchamiento de la mariposa.