Siguiendo los pasos de Thomas Beatie, el primer hombre en mostrar orgulloso una prominente barriga producto de su embarazo, ahora un congénere suyo en Inglaterra da a luz a un niño.
Algunos años atrás la opinión pública se vio sorprendida por las imágenes de un hombre que, no sin orgullo, mostraba su prominente barriga de embarazado. Se dijo entonces que el sujeto, de nombre Thomas Beatie, era el primer hombre capaz de llevar en su vientre a un hijo suyo. Y aunque técnicamente esto era cierto solo a medias —pues Beatie era originalmente mujer que cambió su sexo pero que con un tratamiento hormonal pudo quedar preñado ante la infertilidad de su pareja— dichas sutilezas no menguaban el impacto de las imágenes, el hecho, hasta entonces contradictorio, de ver un hombre embarazado.
El de Beatie, sin embargo, no es el único caso, y desde que este se dio a conocer han surgido otros hombres, en condiciones similares, que también han concebido a sus vástagos.
En estos días, por ejemplo, un hombre en Inglaterra está a punto de dar a luz a un niño, y aunque se conocen pocos detalles de su identidad —se dice que ronda los 30 años de edad, pero no se sabe ni su nombre ni el género de su pareja—, es evidente que en la cirugía de cambio de sexo conservó su útero y sus ovarios, por lo cual pudo concebir.
Joanna Darrell, de la Sociedad Beaumont con sede en Inglaterra que se apoya a la comunidad transgénero, asegura que el hombre se acercó a la organización en busca de consejo y sobre las implicaciones que tendría en su salud retener su útero. Seis meses después de esta primera visita, el susodicho regresó a la Sociedad a agradecer la asistencia recibida y comunicarles que había tenido al niño.
Según Darrell, este sería el primer hombre inglés en embarazarse y parir y el tercero en el mundo —después de Beatie y un segundo caso en España.