Tras el éxito alcanzado durante su exhibición en el Museo del Oro de Bogotá, Colombia, donde fue admirada por más de 40 mil personas, la muestra Mayas: sociedad y tiempo, que reúne casi un centenar de piezas prehispánicas, continúa su recorrido por ese país, para presentarse ahora en el centro de exposiciones Parque Explora, en Medellín, del 7 de marzo al 15 de julio.
La exposición, organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), con apoyo del Banco de la República de Colombia, conjunta un total de 96 objetos procedentes del Museo Regional de Yucatán “Palacio Cantón”, de Mérida, y ofrece un recorrido por la cosmovisión de esta cultura mesoamericana, que destacó por su sistema de escritura, la precisión de sus calendarios y observaciones astronómicas.
Los mayas se distinguieron por su avanzado conocimiento matemático y la monumentalidad de su arquitectura, además de la complejidad de su pensamiento basado en la relación con los astros y en una concepción cíclica del tiempo.
En este sentido, la muestra va más allá de la supuesta profecía maya del “fin del mundo”, y se adentra en la forma en la que concebían el mundo; el guión museográfico se basa en información rigurosa y bien documentada, que se desarrolla a través de cinco núcleos temáticos.
Un conjunto de piezas prehispánicas de cerámica, metal, concha y piedra, además de incensarios, platos policromos, vasos y vasijas con la figura de la Ceiba, así como fotografías, maquetas e interactivos, ofrecerá al público medellinense la oportunidad de acercarse a esta antigua civilización de manera lúdica y didáctica.
Al respeto, Abraham Guerrero, curador de la exposición y director del Museo Regional de Yucatán “Palacio Cantón”, comentó que el propósito es explicar la manera en la que el tiempo estaba ligado con la vida ritual y cotidiana de los pueblos mayas, así como detallar el origen y el sentido de sus predicciones. “Principalmente —dijo—, es importante subrayar que ningún códice ni contexto arqueológico hace referencia a diciembre de 2012 como fecha del ‘fin del mundo’”.
Indicó que los objetos que se muestran en Colombia datan de los periodos Clásico (300 a 1000 d.C.) y Posclásico (1000 a 1500 d.C.), relativos a etapas significativas del devenir maya, como las hegemonías de Chichén Itzá y Mayapán, y las invasiones toltecas, entre otros sucesos.
La medición del tiempo, basada en la observación de los astros, constituye el eje de la muestra, donde se detalla que para la civilización maya el tiempo se registraba simultáneamente con dos calendarios: uno sagrado, el Tzolkin (de 260 días), que regía la vida ritual, y otro civil, llamado Haab (de 360 días), relacionado con las actividades cotidianas y la agricultura. La mezcla de ambos calendarios formaba la Rueda Calendárica, cuyo ciclo era de 52 años, lapso que dichos sistemas de conteo tardaban en coincidir el mismo día.
Para calcular periodos más grandes existía La Cuenta Larga (Tziikhaab) que se agrupaba en medidas de tiempo denominadas kin (un día), uinal, tun, katun y baktun (de 144 mil días). Así, 13 baktunes —equivalente a 5,125 años— constituían una era. Según el calendario maya, el 21 de diciembre de 2012 terminará la quinta era del universo e iniciará otra.
Con el fin de ilustrar este pensamiento, la exposición exhibe tres ruedas calendáricas de madera, que a su vez representan las tres formas de conteo del tiempo que desarrollaron los antiguos mayas.
“Los calendarios —explicó Abraham Guerrero— fueron hechos por sacerdotes mayas, quienes basados en sus sistemas matemáticos y en un profundo conocimiento de los astros, podían predecir eventos celestes, como solsticios y equinoccios, eclipses y otros hechos astronómicos”.
Por su parte, el arqueólogo Orlando Casares Contreras, de la delegación del INAH en Yucatán, y autor del guión museográfico, detalló que la muestra comienza con la sección denominada Cosmovisión, espacio y naturaleza sagrada, que aborda la concepción del mundo de los mayas prehispánicos basada en su entorno.
La segunda parte, denominada Calendario, tiempo mitológico y astronomía, alude a la observación de los astros por parte de los mayas para crear sus calendarios, pronosticar cambios en el tiempo y organizar las actividades cotidianas y rituales.
También se incluye una maqueta de la Pirámide de Kukulkán, de la Zona Arqueológica de Chichén Itzá, sobre la que se proyecta una luz que simula los rayos del Sol, a fin de representar el fenómeno del equinoccio, de tal forma que se observa una sombra en forma de serpiente que desciende por dicha edificación.
Asimismo, se muestran fotografías de los equinoccios en Chichén Itzá y en el Templo de las Siete Muñecas, de la Zona Arqueológica de Dzibilchaltún, así como el solsticio de invierno en la Pirámide de Kukulkán, en Mayapán y en el arco falso de Oxkintok.
Los siguientes dos apartados de la muestra, titulados Astronomía, zodiaco y los animales sagrados de los mayas, y Astronomía, dioses y gobernantes mayas, explican al visitante la relevancia de los animales como representaciones celestiales de sus deidades, así como de los soberanos, que eran considerados como seres que ejercían la voluntad de las deidades en la Tierra;
El último módulo, Augurios y profecías mayas, alude a las predicciones relativas a eventos astronómicos o relatos míticos futuros, relacionados con el linaje de sus gobernantes.
La exposición Mayas: sociedad y tiempo se presentará en el centro de exposiciones Parque Explora de la ciudad de Medellín, Colombia, del 7 de marzo al 15 de julio. Además, se impartirá una serie de conferencias y talleres a cargo de especialistas, quienes explicarán al público quiénes eran los mayas, qué hicieron, por qué se les conoce universalmente como una gran civilización, cómo concebían el tiempo, cómo funcionaba su astronomía y su estructura social.