México, D.F.- Una gran cantidad de sustancias químicas peligrosas presentes en las prendas de vestir de importantes marcas son liberadas a los ríos y cursos de agua de todo el mundo durante el proceso de lavado, después de que fueron compradas por el consumidor final, denunció Greenpeace al presentar el informe “Trapos sucios 3, Las grandes marcas de moda convierten a sus clientes en cómplices inconscientes del ciclo tóxico”.
Una vez que estos químicos llegan a los ríos, lagos y mares se descomponen en sustancias aún más tóxicas, que se comportan como disruptores hormonales (generan alteraciones en las funciones hormonales de los seres vivos).
La investigación de Greenpeace, la primera de estas características que se realiza en el mundo, mide el porcentaje de los peligrosos nonilfenol etoxilatos (NPE) liberados tras el lavado en 14 artículos de marcas como Abercrombie & Fitch, Ralph Lauren o Calvin Klein. Los resultados demuestran que los consumidores de estas marcas, de forma inconsciente, están contaminando los suministros públicos de agua en todo el mundo, incluso en aquellos en los que existen restricciones o prohibiciones sobre el uso de estas sustancias químicas.
Activistas de Greenpeace utilizaron colorantes naturales para «lavar» playeras en las orillas del Río Marikina, en Manila, ilustrando así cómo al lavar la ropa de importantes marcas se liberan al agua químicos peligrosos.
«Mientras que las descargas de sustancias tóxicas del proceso de fabricación se centran en los países productores, el lavado de la ropa y la contaminación, cuando esta llega al consumidor final, está sucediendo en cualquier parte del mundo donde se compran estos productos», agregó Pierre Terras, coordinador de la campaña de Tóxicos de Greenpeace México.
Este tercer informe completa una investigación de Greenpeace iniciada el año pasado con la publicación de dos informes: el primero, Trapos Sucios, investigaba la emisión de sustancias peligrosas durante la fabricación de productos textiles en China y vinculaba este proceso a las principales empresas de ropa deportiva, y un segundo, Trapos Sucios 2: Aireando la ropa, que detallaba la presencia de los NPE en la ropa y el calzado de 15 marcas líderes.
Con la publicación de estos informes, Greenpeace retó a estas marcas internacionales a eliminar todos los vertidos de sustancias químicas peligrosas de sus cadenas de suministro y de sus productos para el año 2020. Este reto, que se denominó Detox, ha permitido que, hasta ahora, marcas como Nike, Adidas, Puma y Li Ning, y cadenas de moda como H&M y C&A, se hayan comprometido públicamente con la campaña de Greenpeace.