Visión infantil del campo en el Museo del Caracol

México, D.F.- Con una selección de trabajos sobre la visión de niños y jóvenes del país en torno al campo mexicano, que va desde la valoración del trabajo de los campesinos, la producción de alimentos y la migración de padres y familiares, se inauguró anoche la exposición de dibujos De colores se pintan los campos. La mirada de los niños, en la Galería de Historia “Museo del Caracol”, en el Bosque de Chapultepec.

La muestra reúne los 67 trabajos ganadores y las menciones honoríficas de las cinco ediciones anteriores del Concurso Nacional de Pintura Infantil y Juvenil “Los niños y el campo”, que desde 2007 convoca la Secretaría de la Reforma Agraria. Además, la exhibición forma parte de la celebración por el 60 aniversario de la creación de los servicios educativos en los museos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta), originados en 1952.

La exposición, que coincide además con el festejo por el vigésimo aniversario de la creación de la Procuraduría Agraria, es una selección de los trabajos hechos en los últimos cinco años por cerca de 140 mil niños y jóvenes de entre 8 y 15 años de edad.

“Se trata de una exposición que representa una manera excepcional de acercarnos a la forma en que los niños y jóvenes conciben al campo mexicano”, señaló Patricia Torres, directora de la Galería de Historia, tras explicar que para la muestra de los dibujos y pinturas se realizó un guión que agrupa las obras de acuerdo con tres temas: los que reproducen el trabajo en el campo y el cuidado de los animales; los que reflexionan sobre el hecho de pertenecer al medio rural, y los de los niños urbanos que reflejan sus experiencias en el campo.

Destacó que para facilitar el recorrido por la muestra, el Departamento de Servicios Educativos de la Galería de Historia desarrolló una museografía con algunas estrategias de visita. “La primera se basa en una serie de preguntas que el visitante, niño o adulto, tiene que responder para relacionarse mejor con las obras, por ejemplo, ¿al ver este dibujo, qué te recuerda de tu vida? También invita al visitante a crear un poema o una canción con base en alguna de las obras expuestas”.

Agregó que éstas y otras preguntas vienen impresas en una tabla desprendible, “que se puede tomar de la pared, leer y devolver al terminar el recorrido, con el objetivo de que el visitante pueda dialogar con la obra y descubrir los diversos significados que tiene”.

La directora del Museo del Caracol destacó que otro posible acercamiento es a través de una cédula, también desprendible, que por una cara lleva los datos básicos del creador, como su nombre, edad y lugar de nacimiento, así como el título de la obra y, por el otro lado presenta el testimonio de los autores sobre su dibujo, lo que ayuda a entender su visión con respecto al campo y una breve descripción de su representación plástica.

Cómo ven el campo

Uno de los ganadores, Epitacio Malaquías Estrella, de once años, habitante de San Luis Potosí, escribió sobre su obra titulada La siembra: “Este señor está sembrando maíz con el arado porque sabe que si no siembra maíz entonces, ¿qué comerá?, su trabajo es sembrar maíz, después de que lo siembra, cuida que no se lo coman los animales o algunos pájaros, para sembrar su maíz cuida la tierra para que su elote crezca bonito, no deja que el monte crezca ni que las espinas ahoguen el elote, y si en su casa tiene basura orgánica se la lleva a su parcela y la usa de abono para su maíz”.

Originario del Estado de México, Edgar Pérez Martínez, de 13 años, también reflexionó sobre su pieza La tierra que nos vio nacer: “Nada se compara con el abrigo y la ternura de la tierra que nos vio nacer. Todavía hay gente que se pregunta ¿por qué los campesinos se van a trabajar a otro lado?, ¿por qué tienen que abandonar sus tierras y su familia?, ¿qué necesita el campo? Necesita apoyo, maquinaria, por eso muchos jóvenes no ven futuro en sus lugares de origen, no sienten amor hacia su tierra, prefieren arriesgar su vida en las fronteras de los países…”

Las temáticas que abordan los niños y jóvenes participantes en el concurso son muy variadas, pero la mayoría está relacionada con la vida en sus comunidades: el trabajo y la producción de alimentos; también está presente la migración de sus padres o familiares, así como la necesidad del cuidado y conservación de los recursos naturales.

Mirada infantil en miles de dibujos

La Procuraduría Agraria promueve el Concurso Nacional de Pintura Infantil y Juvenil “Los niños y el campo” entre estudiantes de primaria y secundaria de todo el país, el cual está dividido en dos categorías: Infantil de 6 a 11 años de edad, y Juvenil de 12 a 15 años de edad.

Para este año, el concurso ofrece premios a los primeros lugares de 20 mil, 15 mil y 10 mil pesos, en ambas categorías. En la primera edición, los trabajos fueron calificados por especialistas del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social y por un artista indígena; en las ediciones subsecuentes, esta responsabilidad ha recaído en expertos de la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP), de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Desde su apertura en 2007, el certamen tuvo la participación de 1,118 trabajos; en 2008, de 5,075; para 2009 se incrementó notablemente a 35,095; en 2010 creció a 43,520, y en 2011 se recibieron 56,133 dibujos y pinturas; lo que ha sumado un total de 140,941 dibujos y pinturas.

La exposición De colores se pintan los campos. La mirada de los niños es gratuita y permanecerá en exhibición hasta el 24 de junio próximo en la Galería de Historia “Museo del Caracol”, ubicada en la rampa de acceso al Castillo de Chapultepec, Primera sección del Bosque de Chapultepec, Delegación Miguel Hidalgo, México, D.F. Horario: martes a domingo de 9:00 a 14:15 horas.