
Ciudad de México.- De haber un nuevo sismo como el del martes pasado, es posible que se vuelvan a dañar las tuberías del acueducto que abastece la zona oriente de la ciudad y que pudiera haber afectación a sus habitantes, reconoció el director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre.
Luego de asistir a la toma de protesta del nuevo secretario de Gobierno, el funcionario dijo que «si viene un nuevo sismo probablemente va a fallar el mismo acueducto porque están en una zona donde a lo mejor no falla el mismo tubo, pero el acueducto seguramente va a tener problemas».
En entrevista, explicó que «la zona sur y oriente es donde tenemos los mayores hundimientos, entonces no es difícil que ahí sean donde los tubos están en peores condiciones porque el hundimiento acumulado hace que haya movimientos y después también hay grietas».
El sismo del martes pasado afectó las tuberías que abastecen a las delegaciones Iztapalapa y Tlàhuac desde la zona de La Caldera y dejó sin suministro de agua potable a alrededor de un millón de personas según la jefa delegacional, Clara Brugada, y a unas 300 mil, según el SACM.
El problema se agravó pues los habitantes de esta zona reciben agua por tandeo, es decir, una o dos veces por semana, cuando les llenan las cisternas. La falta de agua provocó que el sábado hubiera cierre de vialidades por parte de los vecinos y choque con los granaderos.
Aguirre dijo que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) terminó la reparación de las tuberías antier en la noche; agregó que el servicio tardará en normalizarse unos dos días más.
Detalló que el sismo de 1985 dañó también las tuberías de esa zona y que entonces las reparaciones tardaron tres meses. Dijo que esta vez «se rompieron tubos donde usted podía pasar caminando, no son cacahuates».
Agencia El Universal