México, D.F.- Ni la amenaza de lluvia, ni las ventiscas amedrentaron a las casi 3 mil personas que presenciaron la clausura del decimoquinto Festival Eurojazz, a cargo de la virtuosa trompetista Saskia Laroo.
Originaria de Los Países Bajos, Saskia cautivó al público la tarde del domingo 1 de abril, en las áreas verdes del Centro Nacional de las Artes, donde los melómanos la recibieron en punto de las 17:15 horas con una ovación que resonó en la zona de dunas de césped ubicada a espaldas de la Escuela Nacional de Música.
Laroo, quien desde el inicio de su carrera en 1979, al lado del saxofonista Hans Dulfer, ha sido llamada «la encarnación femenina de Miles Davis», ha luchado siempre contra esta etiqueta a la que considera sexista.
Con los años ha logrado imponer un estilo propio más allá de los estereotipos que marcan el género musical del jazz.
La artista obsequió durante su actuación algunos de los éxitos de sus más de seis discos, considerados clásicos de la música contemporánea, entre ellos los temas Sunset Eyes, Really Jazzy, Blue in Green y Bodymusic, entre otros.
Asimismo, la virtuosa realizó algunas improvisaciones al más puro estilo de la vieja escuela de Davis y Parker, mezclando el funk, el reggae e incluso la salsa y el hip hop, ritmo que ya había dado a conocer con las agrupaciones que formó en el pasado como Caribean Express y Salsa Caliente.
Acompañaron a Saskia Laroo en el escenario el pianista Warren Byrd, Maarten Bakker, en el bajo; Willem Smid, en la batería; Gideon Hamburger, en la guitarra y Pepe Seck, en la percusión africana.
Destacó también el apoyo coral para la interpretación de la trompetista, a cargo de Nana Barimah, Clara Opoku, y el propio pianista Warren Byrd, quien también se lució en la voz.
La respuesta del público al final del concierto fue de antología, los aplausos se convirtieron en ovaciones y las ovaciones en porras que nombraban en alto el nombre de Saskia Laroo.