México, D.F.- Carlos Monsiváis, escritor y cronista de la Ciudad de México, fue durante toda su vida un gran coleccionista que pudo apreciar un patrimonio que otros no pudieron, explicó Moisés Rosas Silva, director general del Museo El Estanquillo al referirse a la faceta de coleccionista del autor de Apocalipstick (2009).
“Fue un coleccionista de un talento y con una visión que poca gente tenía. Poseyó la sensibilidad de ver el valor en una pieza que tal vez para otros no valía absolutamente nada”, agregó el también historiador.
Citó como ejemplo que en la colección se encuentra el bolo de bautizo de la hija de Aquiles Serdán, ceremonia que se realizó en marzo de 1911, y que tuvo como padrinos a Francisco I. Madero y a su esposa Sara.
“No es que juntará chácharas ni basura, tenía la sensibilidad y la visión que poca gente tiene para recuperar el patrimonio cultural de México. Preservó objetos que se hubieran perdido, de no ser guardados por Carlos Monsiváis”, añadió Rosas Silva.
La colección que alberga el Museo El Estanquillo tiene más de 20 mil piezas que el escritor comenzó a comprar desde que era muy joven, sobre todo obras de artistas mexicanos.
Moisés Rosas Silva explicó que “entre más distancia va pasando, más me impresiona el saber de Monsiváis que no sólo se centró en la literatura ni en la danza… sabía de todo. Era mucho más que un cronista, era un hombre con una gran capacidad de observación. Era una voz que nos transmitía cosas que la mayoría no veíamos. Era los ojos y la voz de muchos de nosotros”.
El director del Museo El Estanquillo explicó que lo primero que Monsiváis adquirió fue un grabado de Miguel Covarrubias “a partir de ese momento compra y compra, todo el patrimonio que tuvo Carlos Monsiváis está hecho colección. Encontramos la firma de Diego Rivera, de Manuel Álvarez Bravo, de Lola Álvarez Bravo, de los grandes creadores del siglo XIX y XX en México.
“Es una colección de arte que refleja sus crónicas, es una historia de México vista desde la óptica cultural, política y social, a través de varios objetos”.
El nombre de El Estanquillo proviene de que el recinto no tiene una vocación definida como muchos otros espacios museísticos, la colección que posee tiene desde fotografías, grabado, arte popular y hemeroteca, sin embargo el hilo conductor es la historia de México.
“En el Estanquillo y su colección en general, todo es México, es una forma de ver a nuestro país es una crónica de México a través de piezas de arte”, indicó el director del recinto.
Aunque se piensa que la mayor parte de la colección corresponde a arte popular hay muchas otras cosas, como grabados y fotografías de finales del siglo XIX y principios del XX, añadió.
Con frecuencia se piensa en Carlos Monsiváis recorriendo todo el tiempo mercados para adquirir objetos para su colección, sin embargo era la misma gente que se acercaba a él para ofrecerle cosas.
Fueron los amigos de Carlos Monsiváis quienes comenzaron a darse cuenta de la riqueza de su colección y animarlo a que abriera un museo, aunque anteriormente el escritor ya había prestado algunos objetos para mostrarlos en lugares como el Museo Nacional de Arte (Munal).
Es en noviembre de 2006, en un edifico que data de 1892 y que en un principio albergó una joyería cuyo primer cliente fue Porfirio Díaz, cuando El Estanquillo abrió sus puertas después de varias remodelaciones al inmueble.
Es tan vasta la colección de Monsiváis que aún quedan muchas piezas por exhibir ya que debido al tamaño de las salas es imposible tener una exposición permanente y se tienen que ir rotando los objetos y las obras.
Las piezas son conservadas gracias a un acuerdo firmado entre el Museo El Estanquillo, Conaculta, INAH y la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía «Manuel Castillo Negrete» (ENCRYM).
Actualmente, los ejes temáticos de cada muestra son una selección que Carlos Monsiváis realizó antes de fallecer el 19 de junio de 2010, cuando se agoten las temáticas serán elegidas por Moisés Rosas Silva y por Rafael Barajas El Fisgón, quien se ha vuelto curador del museo ya que fue uno de los amigos más cercarnos de Monsiváis al momento de adquirir obra y quien conoce mejor que nadie la colección.
Hay un tema que no fue propuesto por el autor de Días de guardar (1970) y que se presentará finales de este año, se trata de una exposición que van a llamar Toledo-Monsiváis, la cual enseñará alrededor de 60 piezas de Francisco Toledo, quien colaboró mucho con Carlos Monsiváis. Cabe recordar que la urna que guarda las cenizas del escritor fue una creación que el artista plástico oaxaqueño legó al museo.
Entre las futuras exposiciones que se tienen planeadas se encuentran Noticias del Imperio: estampas y caricaturas de la intervención francesa, la cual será inaugurada el 17 de mayo como antesala a la celebración de los 25 años de la publicación de Noticias del Imperio, de Fernando del Paso. Esta muestra estará conformada por litografías, mapas y otros documentos que datan de 1860 a 1870.
Moisés Rosas Silva explicó que el Museo El Estanquilllo también tiene la vocación de no sólo poner en legado el valor de la colección, sino conjuntar aquello que aún no está reunido de Carlos Monsiváis. Es así que entre los proyectos en los que se está trabajando se encuentra una “Monsiteca”, la cual se esperar abrir a finales de este año.
“Ningún intelectual mexicano hasta el momento tiene un espacio donde se pueda oir todo lo que dijo. Comenzamos con videos de televisión para juntar todo lo que él habló a lo largo de los años… Tuvo una participación muy amplia en televisión y en radio. Si se quiere saber lo que dijo de Sor Juana Inés de la Cruz tendría que haber una curaduria de los programas para que se sepa lo que dijo. Sería abrir un espacio para que la gente pueda acceder a un pensamiento tan rico, vasto y complejo como el de Carlos Monsiváis.”
Debido a que fue un escritor muy activo que prologó, escribió capítulos para diferentes libros y colaboró en publicaciones de diversa índole, hay un material muy vasto y disperso de su obra, por lo que otro proyecto de El Estanquillo es reunirlo o por lo menos tener un registro.
“En los cinco años de El Estanquillo ha habido casi un millón de visitantes, entre el museo y las ciudades en las que hemos estado, esto cumple las intenciones de Carlos Monsiváis de que no era un coleccionista que guardará las cosas para sí mismo sino que hacía una colección para el disfrute social y colectivo y ahí está otro legado de él”, finalizó Moisés Rosas Silva.