Cannes.- Nuevamente Cannes premió un proyecto que lleva el nombre de Gael García Bernal. Se trata de su interpretación de René Saavedra en la película chilena «No», dirigida por Pablo Larraín, que anoche obtuvo el Premio Art Cinema en la Quincena de los Realizadores, una sección de mucho prestigio y tradición en el Festival por la que han pasado directores como Jim Jarmush, Francis Ford Coppola, Martin Scorsese, George Lucas y Michael Haneke, entre muchos otros.
El premio fue recibido por el productor estadounidense Daniel Dreifuss, en ausencia de todo el equipo de la película, incluido Gael García, quien voló desde Cannes directo hasta el set de filmación de Chávez, en Hermosillo, Sonora, para trabajar en la película que dirige su amigo, y también actor y realizador, Diego Luna. Desde ahí, a través de un comunicado de Canana (la productora de Diego y Gael que distribuirá la cinta en México el próximo noviembre) se difundió un mensaje en el que Bernal comenta su alegría por la noticia del premio.
“Estoy muy contento con el recibimiento que la película ha tenido en su estreno en Cannes, y más contento aún por haber ganado este premio. Es sólo el principio, a ver hasta dónde nos lleva esta película”, menciona García, que en días anteriores contó a EL UNIVERSAL por qué esta cinta lo entusiasmó tanto desde el principio.
“Es una película que, aunque habla de algo que sucedió en el pasado, toca un tema muy vigente y que me hace pensar mucho en México y es el de la democracia.
“Mi conclusión de este filme es que No es una deconstrucción de cómo una persona se involucra en la democracia y cómo va descubriendo los desencantos y la ambigüedad que este sistema conlleva”, explicó el actor, que desarrolló a la perfección el acento chileno con sólo escuchar a sus compañeros en el set. “Relacioné lo que sucede en esta película con mi propia experiencia en México”.
No es una película dinámica y profunda con un agudo sentido del humor y una sensibilidad extraordinaria para ahondar en el tema de la sociedad chilena y en su despertar a la democracia, en el referéndum que sacó al dictador Pinochet del poder en 1988. Para Gael, la experiencia de Chile es algo que también se vivió en México de forma similar y con la misma esperanza cuando el PAN desbancó al PRI del poder después de 70 años de dictadura partidista.
“Puedo relacionar lo que sucede en esta película con mi propia experiencia. Recuerdo que cuando logramos sacar al PRI, sentí una alegría enorme, era increíble, todo el mundo estaba lleno de esperanza en que las cosas iban a cambiar y en que por fin éramos libres. Luego llegó el desencanto de las promesas incumplidas”, reflexionó.
Según Gael, para entender la democracia hay que ser muy cínicos. “No podemos tomárnosla en serio. Es como un partido de futbol en el que lo que se está jugando son temas muy serios y promesas que al final del día no son entregadas. Hay que verlo con frialdad porque te puedes sentir muy decepcionado al descubrir que alguien votó algo diferente que tú, y más cuando descubres que votó a un idiota”.
Agencia El Universal