Calificaciones en letras

Que quede claro, tanto a los profesores, como a los funcionarios y a los padres de familia, que no se trata de una manera diferente de EVALUAR, sino que el cambio consiste en que la calificación, el resultado de las evaluaciones que refleja el aprovechamiento escolar se expresa en LITERALES, en lugar de números. Para entendernos mejor, podríamos decir que es la misma gata nomás que revolcada. Claro que no debe tomarse muy a la ligera, pues este tipo de registrar el avance en los aprendizajes, ya ha sido aplicado con anterioridad en México, copiado del sistema educativo del vecino país del norte.

Eh aquí una idea acerca de la manera de interpretar esas LITERALES o letras, que se emplearán a partir de este año en algunos grados de la educación básica, que la SEP tendrá que informar con claridad y con toda oportunidad. Vamos a darle un ejemplo claro de la manera como se “califica” en los Estados Unidos de Norteamérica. Lo primero que hay que subrayar es que la EVALUACIÓN es todo un proceso permanente, que debe iniciar desde el primer día de clases, aplicando lo que se conoce como EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA. Los exámenes, ejercicios escritos o verbales, medición de la capacidad auditiva de los niños menores, medición de la capacidad VISUAL, para asignar el lugar que debe ocupar cada niño en el aula, etc., deben tener un valor, que el maestro tomará en cuenta para saber desde dónde comienzan sus alumnos y qué es lo que tendrá que lograr en el nuevo ciclo escolar. El DIAGNÓSTICO es sumamente importante. Lo triste del caso es que en muchas escuelas esa etapa de la evaluación NO se realiza. Es como si un médico extendiera la receta al nuevo paciente, sin saber qué le duele o porqué lo visita. Aquí les recuerdo aquella anécdota en la que llegó una persona a ver al doctor y éste le ordenó que se desnudara. Algunos médicos muy listos, hacen eso para auscultar al paciente y luego hacerle mil preguntas. Ese diagnóstico lo practican algunos “médicos”, sobre todo cuando se trata de pacientes mujeres guapas. En la historia que le cuento, el problema fue que la persona que llegó a ver al médico solamente iba a entregarle la correspondencia…

Ya que el profesor se entera de lo que sus alumnos SABEN, para empezar, día con día, debe estar presente la EVALUACIÓN FORMATIVA, mediante la cual, el maestro comprueba los aprendizajes diarios y al mismo tiempo afirma los hábitos de estudio y de responsabilidad. Se trata de la evaluación más valiosa. Finalmente, al término de cada mes, bimestre, semestre o ciclo escolar, se lleva a cabo la EVALUACIÓN SUMATIVA, que permite obtener el promedio, para asignar la CALIFICACIÓN definitiva del curso a los alumnos. Ahora el cambio consistirá en que los maestros, en lugar de anotar números, del CINCO al DIEZ, como lo indica la escala oficial, avalada por la SEP, se emplearán letras. A reserva de que las instancias oficiales le den las indicaciones requeridas, en USA, se emplean las literales : A, B, C, F. La F es para los que NO acreditan la materia o el curso y habrán de regularizarse para poder avanzar. La C significa “CREDIT”, que se valoraría como el “6”, que en México ha sido la calificación mínima de “pase”. La A, puede ser A+ , o bien A- ( se leen en Inglés, A PLUS y A MINUS). Sería la calificación de los mejores alumnos. Y de ahí para abajo.

Por lo que, si se siguiera esa escala de valores de los aprendizajes, en las boletas de calificaciones, los alumnos y sus padres ya no verán números del 5 al 10, sino alguna de esas letras: A+, A, A-, B+, B, B-, C, y la fatídica F. Para evitar que un alumno quede en la “F”, que es lo mismo que el reprobado, los maestros deben hacer un seguimiento permanente de los alumnos de bajo rendimiento, desde la primera semana de clases. Brindarle mayor atención y paciencia a los menos preparados, que son los alumnos que necesitan de más ayuda, tanto de los maestros como de los padres de familia.

Así es que, si en un grupo escolar predomina la C o la F, desde los primeros registros que arroje el DIAGNÓSTICO, sería lo mismo que si un grupo tuviera calificaciones de 5 y 6. Si los maestros aprenden y quieren aplicar esa nueva (ni tan nueva) simbología, el único cambio verdadero, a favor de los alumnos, es que ya NO se les diría que REPROBARON, sino que se les darían oportunamente las actividades de apoyo, requeridas para nivelarlos con el resto del gripo escolar. Los grupos de recuperación o de nivelación, deberían existir, sobre todo en las escuelas donde los profesores cobran tres o más HORAS SEMANA – MES de “servicios”. Son horas que los maestros cobran en secundarias, sin atender a grupos específicos , pero que dedican a otras actividades de apoyo escolar, como es la “cooperativa”. Con la salvedad de que en Oaxaca ya casi no existen las cooperativas escolares, que eran de suma importancia para impulsar diversos aprendizajes y hábitos, entre el alumnado. Hoy en día son simples “tiendas” escolares que se concesionan a determinadas amistades de los directivos.

Veamos ahora lo que pudiera suceder en Oaxaca (de hecho ya se habla de ello) Como NO existen autoridades educativas que conozcan ese tipo de connotación por medio de LITERALES, y en virtud de que la mayoría de maestros han dejado de actualizarse y viven ya una larga etapa de estancamiento, lo más probable es que se rechace eso, que aparentemente es un gran “cambio”. El verdadero cambio consistiría en que la SEP y sus filiales en el país, tuvieran la calidad y la capacidad para mantener a sus maestros debidamente preparados, informados, actualizados por medio de cursos muy bien estructurados y con los estímulos económicos correspondientes. Eso significaría darle PRIORIDAD a la educación y verdadero soporte al PROCESO ENSEÑANZA- APRENDIZAJE. Lo demás es puro cuento y confusión. Que redunda en caos. Dígame usted, cómo “evaluaría” (JAJA) a la SEP, que dirige un médico. ¿Con A+ o con F? Ahora es cuando se van a requerir verdaderos “asesores”, conocedores del tema, para que el intento de mejorar la enseñanza fructifique. Habría que aprovechar el momento, para revisar los pasos insoslayables, que deben conformar el proceso ENSEÑANZA – APRENDIZAJE: Planeación, Desarrollo o realización, Evaluación…y vuelta a empezar. Es un círculo que no debe romperse. La educación debe ser como una espiral siempre en ascenso.