Nuestros teléfonos inteligentes van a serlo todavía más, porque científicos quieren que estos aparatos omnipresentes trabajen al servicio de la detección e investigación de terremotos.
Un equipo del Laboratorio Sísmico de Berkeley, en Estados Unidos, quiere usar los acelerómetros que contienen estos aparatos para monitorear temblores -segun nota de BBC Mundo-
Para ello, están desarrollando una aplicación que registre sacudidas y luego envíe los datos a un servidor central a través de la red de telefonía móvil.
La gran cantidad de celulares inteligentes actualmente en circulación implica que los investigadores pueden obtener una información muy detallada sobre quién sintió qué y dónde.
Es una información muy útil para prevenir peligros futuros y elaborar un plan de riesgos. Pero estos datos a tiempo real pueden jugar también un importante papel en el sistema de advertencia temprana de terremotos en California.
«Actualmente, los teléfonos inteligentes contienen todo tipo de sensores, y podemos usarlos de formas inesperadas», explicó el investigador Qingkai Kong.
«Ahora mismo, podemos detectar sólo terremotos de una magnitud superior a 5.0, pero con mejores acelerómetros en futuros celulares inteligentes esperamos detectar los pequeños también», le dijo a la BBC.
El investigador de la Universidad de California, Berkeley, explicó su proyecto en el encuentro otoñal del Sindicato Americano de Geofísica (AGU), el mayor encuentro anual de científicos especializados en el tema.
Tanto él como sus colegas no estaban seguros de que los teléfonos móviles serían adecuados para funcionar como sismógrafos de bolsillo. Así que seleccionaron una serie de aparatos y se probaron en una «mesa vibratoria» del laboratorio.
Este instrumento puede simular varios grados de temblor y se usa normalmente para verificar la robustez de diversas técnicas de construcción, y así asegurar que los edificios no colapsen durante un terremoto.
Los resultados demostraron claramente que los acelerómetros, usados en este tipo de teléfonos para girar la pantalla, podían detectar las vibraciones.
Eliminar el «ruido» humano
El estadio de la Universidad de Berkeley está situado sobre una falla con alto riesgo de sismos.
El problema es que los teléfonos raramente se dejan sobre una superficie plana, sino que se mueven con su propietario. Pero el equipo cree que puede resolver esto también, y ha desarrollado un algoritmo que eliminaría el «ruido» humano en los datos.
«El patrón de reconocimiento del algoritmo detecta actividades humanas como caminar, correr y conducir, y usamos esta información para desligarlas de las señales de terremoto», explicó Kong.
Este algoritmo, señaló, raramente es engañado.
El proyecto de Berkeley todavía está en sus primeras etapas y el equipo espera empezar pronto a reclutar más personal para investigar esta técnica.
Posiblemente probará la aplicación entre miles de voluntarios a lo largo de la bahía de San Francisco el próximo año.
Esta es una región que vive con la certeza de que en cualquier momento se puede producir un fuerte terremoto.
Uno de magnitud 7.9 tuvo lugar en 1906, destrozando la ciudad; y Berkeley mismo está situado sobre la falla Hayward, que muchos científicos sospechan será origen del próximo sismo en el área.
Contar con buenos reportes sobre el nivel de temblor en un terremoto desde distintas ubicaciones es un dato muy valioso.