Según el Instituto de Arqueología de Yangzhou podría tratarse de la tumba de uno de los emperadores más execrables de la historia china, asesinado en un motín
El Instituto de Arqueología de Yangzhou ha anunciado que la tumba descubierta el año pasado durante la construcción de un edificio en la ciudad de Yangzhou, al este de China, podría pertenecer a Yangdi o Yang Guang (569-618), el segundo emperador de la breve dinastía Sui, que ha sido tachado de tirano por los historiadores. La agencia de noticias Xinhua difundió la noticia el pasado 16 de abril.
La historiografía china tradicional cuenta que Yang Guang ordenó el asesinato de su padre, Wendi, el fundador de la dinastía Sui, conocido por sus buenas cualidades. El parricida Yang Guang se apoderó del trono en el año 604 y gobernó hasta el 618, cuando fue asesinado por sus subordinados, tras haber provocado el colapso de la dinastía Sui. La ciudad de Luoyang se conviritió durante su reinado en la capital del este de China. La construcción del Gran Canal y la reconstrucción de la Gran Muralla figuran entre sus acciones más notables, aunque ambos proyectos ocasionaron millares de muertes y multitud de rebeliones.
En la tumba, de 20 metros cuadrados, no se han encontrado los restos del emperador, pero sí que se ha localizado una lápida en la que aparece inscrito su nombre y el año de su muerte, ha revelado Shu Jiaping, director del Instituto de Arqueología de Yangzhou, quien también ha explicado que a pesar de que la tumba fue saqueada en el pasado, se han hallado cuatro objetos de valor que sólo pudieron pertenecer a miembros de una familia real, entre los que se incluyen un cinturón de oro y jade, y un mango de cobre en forma de espiral. Los arqueólogos también han hallado una tumba adyacente que podría pertenecer a la emperatriz.