La detección de entierros humanos correspondientes a dos adultos, que datan de los años 1325-1500 d.C., asociados a fragmentos de cerámica y lítica tallada, tuvo lugar en la unidad habitacional Nonoalco Tlatelolco, durante los trabajos de actualización de la red eléctrica, bajo la supervisión de especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Las osamentas se encontraron en uno de los tramos donde se instala la tubería de soporte al cableado eléctrico que realiza la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Dichos restos se han protegido para conservarlos y hacer su exploración sistemática, cuando se tengan las condiciones que demanda la investigación, expresaron los especialistas del INAH.
Desde el año pasado, la CFE trabaja en el cambio de cableado de energía eléctrica que requiere la unidad habitacional, por lo que se solicitó el concurso del INAH para la protección técnico legal del patrimonio arqueológico inherente en toda el área.
La Coordinación Nacional de Arqueología designó al Proyecto Tlatelolco, que coordina el arqueólogo Salvador Guilliem Arroyo desde 1993, la misión de salvaguardar el acervo mueble e inmueble factible de ser afectado por las obras de modernización.
Así, acorde con la planeación de estos trabajos, el personal especializado en arqueología ha trabajado incansablemente desde el mes de junio del año pasado en la protección del patrimonio. La Sección 1 de dicha unidad habitacional ya ha sido terminada y desde el mes de abril continuaron las obras en la Sección 2, comprendida entre el Eje de Guerrero también conocido como 1 Poniente, el Eje Central al oriente, al sur por la avenida Ricardo Flores Magón y al Norte por el Eje 2 Norte Eulalia Guzmán.
Desde el 8 de abril de 1944, Tlatelolco ha sido intervenido por especialistas del INAH y de acuerdo con sus informes se cuenta con un registro de las áreas de mayor potencial arqueológico, que permiten evitar su destrucción y salvaguardarlos ante las obras como las que actualmente se realizan.
Cabe señalar que en octubre de 1987 inició el proyecto de investigación sistemática en la Zona Arqueológica de Tlatelolco, que ahora cumple 25 años de labor prácticamente ininterrumpida. Si bien, el descubrimiento de los vestigios de la ciudad mexica de Tlatelolco data de 1944 y se realizaron excavaciones durante la construcción de la unidad habitacional Nonoalco Tlatelolco, y también en 1968, fue hasta 1987 cuando el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma creó el Proyecto Tlatelolco para contrastar esta ciudad mexica con Tenochtitlan, con base en el estudio de evidencias arqueológicas similares en tiempo y espacio.
A lo largo de estos años se han explorado los templos de Ehécatl-Quetzalcóatl, Calendárico, Gran Basamento, Gran Plataforma Poniente, el Templo Mayor en sus etapas I, II, III y VIa y los templos X y Z; lo que ha permitido indagar en diversos aspectos de la vida social y ceremonial de los tlatelolcas.