Arabia Saudí acaba de abrir al turismo las ruinas de Madaen Saleh, una milenaria ciudad del reino nabateo que guarda una gran similitud con Petra, la famosa y turística ciudad rosa del desierto de Jordania.
Una apertura polémica.
Aunque Madaen Saleh es patrimonio de la Humanidad desde el año 2008, su acceso estuvo prohibido durante casi un siglo por motivos estrictamente religiosos. Según una antigua tradición, Alá acabó con la tribu que habitaba la ciudad debido a su falta de fe.
Durante los últimos cinco años, los arqueólogos han hecho grandes esfuerzos para convencer a los dignatarios religiosos de la importancia que tendría para el país la apertura al turismo de este importante yacimiento.
Al final, y sin la unanimidad total de las autoridades religiosas, la Organización General del Turismo y la Arqueología saudí (OGTA) anunció su apertura el pasado mes de diciembre.