Muchos países de renta baja y media han descuidado las amenazas a la salud que suponen la obesidad y el sobrepeso, además de que sus políticas contra la desnutrición no son eficientes, advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) al presentar una guía para combatir esos problemas cada vez más comunes.
Según esa agencia, más del 75% de los niños con exceso de peso vive en los países en desarrollo y sólo en África la incidencia de esa condición se ha duplicado en los últimos 20 años.
La OMS recordó que los niños obesos tienen mayores probabilidades de convertirse en adultos obesos, lo que incrementa el riesgo de padecer enfermedades crónicas como la diabetes.
Los datos indican que 43 millones de niños menores de cinco años en el mundo tienen exceso de peso u obesidad y más de cien millones padece desnutrición, mientras que 165 millones son raquíticos.
La guía de la OMS consta de 24 lineamientos que tienen el objetivo de ayudar a los países a reducir en un 40% los menores de cinco años raquíticos y en un 50% el número de mujeres anémicas. Además, buscan disminuir un 30% los casos de bebés con bajo peso y que no aumenten los de niños con sobrepeso.
Las directrices empiezan por mejorar la nutrición de las mujeres embarazadas y lactantes y abogan por amamantar a los niños un mínimo de seis meses.
El doctor Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para el Desarrollo de la OMS, explicó que tanto la mala nutrición como la obesidad son formas de desnutrición con causas y consecuencias ligadas a un sistema alimentario de poca calidad.
De acuerdo con una encuesta, sólo un tercio de los países regula la comercialización de alimentos para niños y muy pocos toman medidas para reducir la cantidad de sal o grasas trans en la comida.