Un relato desgarrador pero a la vez con un dejo de esperanza se presenta en el montaje El ruido de los huesos que crujen, que inicia temporada este 6 de julio en la Sala Héctor Mendoza de la casa sede de la Compañía Nacional de Teatro (CNT) en Coyoacán.
Escrita por la dramaturga, Suzanne Lebeau, la obra expone el drama al que se enfrenta Elikia, una niña soldado cuya vida es transformada por una guerra civil.
A la edad de 13 años conoce a Joseph, el más pequeño de los niños que llegan al campamento rebelde, quien la impulsa a huir con la intención de cortar la cadena de violencia a la que está sometida y acompañarlo en su regreso a casa.
Cerca de lograr su objetivo conocerán a Angelina, una enfermera que les brindará su ayuda e impulsará a Elikia para que cuente su historia y quede registrada en un cuaderno.
El ruido de los huesos que crujen se desarrolla en dos temporalidades distintas: en el tiempo actual en el que se observa a la enfermera dando un testimonio sobre la vida de Elikia y el pasado, en el que se aborda la convivencia entre los niños y sus experiencias después de escapar del campamento rebelde.
El resultado son diálogos poderosos y conmovedores que permiten al espectador hacer una reflexión en torno a la realidad que viven los niños soldados con un sentido de esperanza en el futuro, sin necesidad de entrar en el melodrama, con una estética precisa, objetiva y sobre todo, respetuosa.
La actriz invitada Diana Sedano, quien alternará funciones con Ana Ligia García en el papel de Elikia, destaca en su interpretación de una niña que pierde la inocencia y se enfrenta a todo tipo de abusos y violencia.
Luisa Huertas en el papel de la enfermera logra atrapar a la audiencia con la narración de pasajes del diario de Elikia, quien tiene como única protectora a su arma, una Kaláshnikov.
La acción teatral se ve reforzada con la escenografía de Stéphane Longpré y la iluminación de Dominique Gagnon que permiten recrear en el escenario un ambiente selvático.
Los protagonistas parecen estar semiocultos y entre las sombras en su condición de fugitivos envueltos en un tono negro y una pantalla de tela transparente que parece cubrirlos.
La dramaturga Suzanne Lebeau se inspiró en un documental y pulió el texto a lo largo de cinco semanas con el apoyo de dos ex niños soldados en la República Democrática del Congo.
Estrenada en la ciudad de México el 29 de septiembre de 2011 en colaboración con Le Carrousel de Quebec y el Théatre d Áujourd´hui, la obra pertenece al cuarto ciclo de la CNT, dirigida por Luis de Tavira, en la categoría de Nuevas Teatralidades.
El ruido de los huesos que crujen tendrá temporada del 6 al 28 de julio y del 17 de agosto al 15 de septiembre en la Sala Héctor Mendoza de la Casa de la Compañía Nacional de Teatro ubicada en Francisco Sosa No. 159, barrio de Santa Catarina, Coyoacán.
Funciones los sábados y domingos a las 12:00 horas, además de dos funciones adicionales los días jueves 15 y viernes 16 de agosto a las 20:00 horas. Entrada libre. Cupo limitado.