la monumental Piazza del Campo ya está todo a punto para que se celebre la apasionante carrera de caballos que tiene en vilo a toda la ciudad. Cada 16 de agosto, Siena retrocede en el tiempo, se viste con sus mejores galas, se llena de pendones y banderas y engalana sus calles para convertirse en el escenario de uno de los eventos más esperados del verano, el Palio.
Una carrera como un suspiro.
En realidad, el Palio tiene lugar dos veces al año, el 2 de julio y el 16 de agosto, el primero está dedicado a la Virgen de Pronvenzano y el segundo y más antigo, a la Asunción de la Virgen.
Esta enloquecida carrera por la Piazza del Campo dura apenas dos minutos. Los jinetes compiten sobre un caballo que les ha tocado en suerte en un sorteo celebrado cuatro días antes.
Durante estas cuatro jornadas se celebran distintas pruebas de la gran carrera, la última tiene lugar el mismo 16 de agosto por la mañana. La música y la fiesta llenan las calles de Siena hasta el día de la carrera cuando, desde primeras horas, la gente ya se dirige a la plaza a ocupar sus lugares.
Diecisiete contradas.
Los seneses viven con entusiasmo los preparativos del gran día. Banquetes vecinales, discusiones airadas, apuestas, rivalidad apasionada, las diecisiete secciones o contradas de la ciudad se enfrentan en esta competición única en el mundo.
Es tal el arraigo de los habitantes de Siena con su sección que antes que sentirse parte de la ciudad, se identifican con su pequeña zona a la que defienden a ultranza. Cada una de las diecisiete contradas tiene escudo, colores propios, lema, día festivo, sede y sitio web.