El gobierno de México notificó al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que localizó la fuente radioactiva que transportaba un camión robado el 2 de diciembre pasado y que la ciudadanía se encuentra a salvo del peligro que representa ese material.
Según la información del OIEA, aunque los responsables del robo removieron la envoltura que blindaba la fuente de cobalto-60 para teleterapia, el artefacto no fue dañado ni roto y no se encontraron señales de contaminación en el área del hallazgo, que fue aislada por la policía a 500 metros a la redonda.
Las autoridades mexicanas evalúan la posible exposición a radiaciones de las personas que habrían estado cerca de la fuente descubierta y han alertado a los hospitales para que estén atentos de pacientes con síntomas a dicha exposición.
“La gente expuesta a la fuente no representa ningún riesgo de contaminación para otras personas. De acuerdo con la información disponible, las autoridades mexicanas y el OIEA consideran que el público en general está a salvo y permanecerá a salvo”, apuntó la agencia de la ONU.
La fuente está catalogada como “extremadamente peligrosa”, según las clasificaciones del OIEA. Puede causar daños permanentes a las personas que la manipulen o tengan contacto con ella unos pocos minutos y provocar la muerte si ese contacto se prolonga cerca de una hora, por lo que debe manejarse con gran precaución y los encargados deben estar debidamente protegidos.
Las autoridades de México encontraron el artefacto en un descampado cercano a la localidad de Hueypoxtla, en el estado de México, muy cerca de donde había sido robada cuando era llevada de un hospital de la ciudad de Tijuana, en la frontera noroeste del país, a un centro de desechos radioactivos ubicado en Tepojaco, cerca de la capital mexicana.
El OIEA señaló que se mantiene en contacto con el gobierno de México y aseveró que las medidas tomadas por las autoridades son adecuadas para este tipo de incidentes.