El pasado 8 de abril, en el marco de la 56 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, se conmemoró el centenario del natalicio de María Félix, actriz mexicana afamada por su actuación y exuberante belleza. Como un homenaje a la gran diva del cine, favorita de grandes directores por su recio carácter, se proyectará el día 11 de abril La diosa arrodillada (1947), de Roberto Gavaldón.
Como es ya una tradición, la selección dará inicio con un clásico de la cinematografía nacional, por lo que el complejo cinematográfico del Conaculta, con el apoyo de la Fundación Televisa, decidió proyectar una de las cerca de 40 películas en las que actúo María Félix, dirigida por uno de los más prolíficos y reconocidos cineastas nacionales.
Se trata de una gran pieza cuyo guión fue escrito por el propio Gavaldón con la ayuda del genio literario José Revueltas, quien fuera su escritor de cabecera a partir del trabajo conjunto en La otra (1946); el texto fue meticulosamente supervisado por Alfredo B. Crevenna y Edmundo Báez, éste último dialoguista de la actriz, mejor conocida por su altivez como “La Doña”.
Es un drama de 104 minutos de duración, protagonizado también por el primer actor Arturo de Córdova, quien interpreta a Antonio Ituarte, un importante y reconocido químico y empresario farmacéutico perdidamente enamorado del personaje de Félix, Raquel, una famosa cantante, bailarina y modelo de un escultor.
Antonio, incapaz de abandonar a su enferma esposa Elena (Rosario Granados) instala en el patio principal de su casa, una escultura que evoca la belleza y sensualidad de Raquel “La diosa arrodillada”.
Los constantes desvelos y los prolongados momentos de contemplación por parte de Antonio, levantan las sospechas de su mujer; sin embargo, ella está decidida a conservar su amor a toda costa.
A pesar de que el protagonista está convencido de terminar con ese amor prohibido, la aparición inesperada de Raquel, en la fiesta de aniversario de la pareja desencadena una serie de sucesos y marcará, de manera trágica, el destino de los integrantes del triángulo amoroso.
La diosa arrodillada fue el séptimo largometraje de Gavaldón como realizador, también creador de filmes como Macario (1959) y El gallo de Oro (1964), inspirado en el relato del escritor húngaro Ladislas Fodor.
El largometraje presenta personajes atormentados por la culpa, la ambición y la pasión, mientras que la inocencia y devoción por parte de Elena incrementan los remordimientos de Antonio y los celos de Raquel.
Conocido como “El Ogro”, por su fuerte carácter al rodar, Gavaldón logra con esta pieza un gran trabajo que resalta además por la excelente fotografía, a cargo de Alex Phillips, quien, a partir del uso de contrastes, captura el género del cine negro, similar al expresionismo alemán.
En La diosa arrodillada se aprecian elementos siempre presentes en la obra de Gavaldón, como su visión del mundo marcada trágicamente por el destino, en la que sus personajes buscan la redención, el amor inalcanzable o el cambio del orden de las cosas.
Además, con motivo del centenario, que cabe destacar coincide con la fecha de la muerte de la actriz sonorense, el mismo 8 de abril pero de 2002, fue inaugurada la Librería Educal, ubicada en el complejo cinematográfico más importante del país, y que lleva el nombre de la diva mexicana, conocida internacionalmente por su trabajo en Italia, Francia, España y Argentina.
La presentación de La diosa arrodillada se realizará el día 11 de abril dentro de la ceremonia inaugural de la 56 Muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional, con una copia nueva en 35mm. Posteriormente será proyectada en formato digital, en diversos horarios y salas, que se pueden consultar en http://www.cinetecanacional.net/micrositios/muestra56/