El presidente ruso Vladimir Putin anunció que la compañía estatal de energía Gazprom está lista para enviar a Europa el primer cargamento de petróleo procedente del Ártico.
El crudo fue extraído por la plataforma Prirazlomnaya, -ubicada en el Mar de Pechora-. Se trata de la misma en la que Greenpeace hizo una protesta pacífica en septiembre del año pasado; acción por la que Rusia detuvo y encarcelo a 30 activistas por más de dos meses acusados de piratería y vandalismo.
En diciembre de 2013, luego de una gran presión a nivel global que incluyó a 11 Premios Nobel de la Paz, jefes de Estado y millones de ciudadanos, los treinta quedaron en libertad al recibir una amnistía de la Duma rusa.
Putin definió esta noticia – que pone en riego al Ártico- como la «mayor expansión de la presencia de Rusia en los mercados mundiales de la energía».
El director ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo, dijo: «Este es un momento decisivo tanto para el Ártico y el resto del mundo. Las compañías estatales de energía de Rusia están apostando a que el Ártico puede proporcionar una nueva fuente de poder y ganancias en las próximas décadas.
Grandes petroleras internacionales como Shell, Exxon Mobil y Statoil se han unido con Rusia para aprovecharse de esta frágil región y apuntalar sus reservas”.
un barco sisterna ruso – el Mikhail Ulyanov- será el cargado de transportar el petróleo del Ártico hacia Europa. Pero un documento de Greenpeace (1) revela que el cargamento de petróleo extra pesado ha tomado más tiempo del esperado en ser transportado desde la plataforma —de acuerdo con la agencia internacional Reuters, se esperaba para el mes de febrero—. Ninguna explicación ha sido dada por el retraso, pero las condiciones feroces del Ártico y de la capa de hielo pesado hacen difícil cualquier tipo de actividad industrial.
A su vez, el documento revela que la calidad del crudo extraído es tan pobre que a Gazprom le fue difícil encontrar un comprador en el mercado. También hay evidencia de que la plataforma va a producir significativamente menos petróleo que las proyecciones de Gazprom.
En marzo, el parlamento holandés aprobó una resolución en la que exige una prohibición al transporte de crudo pesado en las aguas del Ártico. Se espera que en las siguientes semanas, Holanda eleve el nivel de la discusión a nivel internacional, incluyendo a la Organización Marítima Internacional (OMI) para fijar tal prohibición.