Poniatowska sobre su discurso dijo que hace 15 días hizo un ensayo que le dio a leer a dos de sus amigas, una de ellas Martha Lamas, quienes le dijeron que eso «estaba de la patada» y que mejor hiciera algo que tuviera más que ver con ella.
Sobre qué es lo que más le preguntan en España, dijo que los temas son su vestimenta y los accesorios que tienen un significado relacionado con las mujeres de Juchitán y Francisco Toledo, el pintor.
Dijo que es una feliz coincidencia que su vestido de satín rojo con grandes bordados amarillos sean los mismos que los de la bandera española. «Es una muy feliz coincidencia, pero así me lo reglaron y lo usé hace años cuando recibí el premio Rómulo Gallegos, no es un vestido nuevo, es el vestido de los premios, así como me lo dieron las juchitecas».
También le han preguntado sobre la desaparición de Gabriel García Márquez, que consideró como una pérdida enorme y un dolor muy grande «porque queríamos más y necesitábamos más a Gabriel García Márquez y ahora lo que podemos hacer es releer sus libros los que escribió en México como «Cien años de soledad», «El coronel no tiene quien le escriba», «La Hojarasca», casi toda su obra está escrita en México, porque la obra periodística fue hecha en Colombia».
Aseguró que algunos amigos acudieron con ella a España y negó que Andrés Manuel López Obrador haya viajado para acompañarla porque a él no le gusta viajar, «él no viaja, me felicitó y estaba muy contento, pero no creo que hubiera venido».
Dijo que a su regreso a México, el próximo 26 de abril lo primero que hará es «abrazar a mi perro, despedirme de mis nueve nietos, porque unos regresan a Mérida y otros viven en Puebla; recuperar el ritmo de trabajo y hacer gimnasia porque no quiero convertirme no en una albóndiga rodante».