Las únicas palabras escritas a mano por William Shakespeare que se conservan son seis firmas que estampó el dramaturgo inglés en diferentes documentos legales. No han sobrevivido cartas ni manuscritos suyos.
Sus datos biográficos son escasos, por lo que se han creado todo tipo de especulaciones sobre su vida. Sin embargo, se sabe con certeza que fue bautizado el 26 de abril de 1564 en la iglesia de la Santísima Trinidad de Stratford-upon-Avon, donde yace enterrado actualmente.
Shakespeare debió nacer unos días antes en esta localidad, hace ya 450 años. La casa en la que supuestamente nació, en Henley Street, recibe visitantes desde el siglo XVIII, algunos tan ilustres como Charles Dickens o John Keats.
El tercero de ocho hijos
John y Mary Shakespeare, sus padres, fueron lo suficientemente ricos como para permitirse comprar la casa más grande de Henley Street. John fue un próspero comerciante especializado en la confección de guantes y Mary Arden pertenecía a la alta aristocracia de Warwickshire.
William Shakespeare fue el tercero de los ocho hijos que tuvo el matrimonio. En la escuela debió leer a los clásicos latinos, entre ellos Ovidio y Séneca.
En 1582, a los 18 años de edad, se casó Anne Hathaway, ocho años mayor que él, con quien tuvo una hija y dos mellizos. Años después se trasladó a Londres sin su familia, donde entró paulatinamente en el mundo del teatro, dedicado en un principio a funciones muy humildes, entre ellas guardián de los caballos de los espectadores.
Tras saborear el éxito en Londres, los últimos años de su vida transcurrieron en su pueblo natal, donde falleció el 23 de abril de 1616.