Una tecnología robótica de última generación está sirviendo para investigar el llamado Blue J, un antiguo y poco explorado asentamiento de los indios anasazi, 70 kilómetros al sur del cañón del Chaco, en el estado norteamericano de Nuevo México.
Jesse Casana, de la Universidad de Arkansas, y John Kantner, de la Universidad del Norte de Florida, dirigen esta investigación, que tiene como objetivo descubrir estructuras ocultas a la vista en el yacimiento. Para ello, se ha usado un dron (vehículo aéreo no tripulado) a control remoto y equipado con sensores infrarrojos.
Estructuras circulares
El dron ha localizado lo que parecen ser varias estructuras circulares que podrían corresponderse con las llamadas kivas, los lugares de reunión ceremoniales de los anasazi que habitaron la región del cañón del Chaco entre los años 800 y 1450, cuando una serie de grandes sequias obligaron a sus habitantes a abandonar la mayoría de los asentamientos.
Blue J ha sido poco estudiado hasta la fecha, y en él se habían descubierto cerca de 60 casas alrededor de una serie de plazas, pero ninguna pista indicaba la existencia de edificios de varios pisos o kivas subterráneas. Blue J estuvo poblado durante unos mil años, en el mismo período que otros asentamientos importantes del cañón del Chaco como Mesa Verde o Pueblo Bonito.