PRI…en nuestras diferencias puede encontrarse nuestra fortaleza

El diputado Manlio Fabio Beltrones destacó que durante estos dos años se demostró que cuando se persevera en el ejercicio de la política es posible darle un nuevo rostro a México, al crear nuevas leyes y consolidar las instituciones de la República, a fin de dar certeza y durabilidad a las reformas.

Al fijar el posicionamiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) sobre el Segundo Informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, externó su reconocimiento y respeto a cada uno de los legisladores de las diferentes bancadas, pues “en nuestras diferencias puede encontrarse nuestra fortaleza”.

En el PRI, sostuvo, reconocemos la voluntad del presidente Peña Nieto y sus colaboradores, que demuestran que el ejercicio discreto pero eficaz de la política son la única fuente de los resultados, así como de las transformaciones que están en marcha.

Estableció que “la Cámara de Diputados está hecha para el diálogo constructivo, no para la violencia de la descalificación discursiva; pensada para actualizar nuestra legalidad, no para custodiar dogmas y tabúes”.

Insistió que la Cámara legislativa está hecha para representar la diversidad y respetar las decisiones del máximo consenso posible, además de que está lista para el debate de las ideas y la construcción de acuerdos que permitan avanzar y resolver problemas.

No obstante todo ello, subrayó, sólo es posible concretarlo “si no renunciamos a la política, espíritu natural que acompaña al hacedor de las cosas y es que abandonar el quehacer político desnaturalizaría el sentido de nuestra organización como república y sus tres poderes”.

Abdicar a hacer política, advirtió, para entendernos y atendernos en nuestras preocupaciones, sería asumir una postura fácil e irresponsable al permitir que el Poder Ejecutivo o el Legislativo dejaran, como única y no como última instancia, al Poder Judicial en la definición de nuestra legalidad.

En esa recapitulación, abundó, lo más trascendente resulta reflexionar sobre el valor de la política y del diálogo parlamentario, de modo que apreciamos mejor cómo fue posible alcanzar acuerdos y aprobar las reformas necesarias.

En un contexto de gobierno dividido y en contraste con experiencias anteriores, dijo, fue posible sumar esfuerzos para impulsar cambios de fondo para nuestro país.

Recordó que en varios de ellos el Pacto por México construyó los indispensables consensos previos para que el Congreso de la Unión, la pluralidad de la representación política discutiera, modificara y aprobara reformas transformadoras, las cuales, por su magnitud y alcance, marcan un antes y un después en la vida del país.

Durante la discusión de las profundas reformas concretadas, fue posible escuchar las distintas voces que se expresan en la Cámara.

“Hubo opiniones expertas en los temas abordados; otras no tanto, pero todas justificadas por la importancia de los asuntos tratados; algunas descalificaron cualquier visión distinta, otras fueron estridentes y las más tuvieron una índole ponderada, pero todas fueron escuchadas con leal paciencia y debida tolerancia”.

Mencionó que había que abrir las puertas de la negociación para construir no sólo los consensos mínimos, sino los acuerdos necesarios, pues la política como arte de lo posible implica construir, superar enconos y concretar, ya que en política lo que importan son los resultados.

Por fortuna, abundó, con base en la capacidad y la voluntad negociadora de la mayoría parlamentaria, los retos fueron superados.

Beltrones Rivera expresó que el Poder Legislativo ha mostrado estar a la altura del momento histórico, donde el Congreso dio muestras de que al practicar la política democrática y construir desde la pluralidad, es posible llevar a México a su cita con un mejor futuro.

Recordó que han sido meses de intensa actividad, donde sobresalen 11 grandes reformas que dan vida a un México moderno que intenta dejar atrás los resultados insatisfactorios.

Son cambios profundos establecidos en las nuevas leyes, ya que se trata de reformas que en algunos momentos polarizan y en lo general tocan espacios de poder y privilegios, origen principalísimo de la desigualdad en el país.

La fuerza del Estado mexicano, afirmó, fue así que se hizo presente, donde su mejor apoyo fue la razón, compartida con la mayoría de las fuerzas políticas y partidistas con representación en el Congreso. “Sólo así se puede explicar el tamaño y los alcances del cambio”, agregó.

Intentar ahora alegar propiedad o autoría particular de ellas sería negarnos a nosotros mismos en nuestro esfuerzo conjunto que hizo la diferencia de otros tiempos, aseveró.

Hoy contamos, insistió, con un nuevo entramado legal e institucional, cristalizado en 11 reformas transformadoras que deben darle un renovado impulso al desarrollo nacional.

Las reformas económicas, política electoral, la de transparencia, afirmó, permiten remover obstáculos que por años impidieron crecer de forma acelerada y sostenida. Para eso, añadió, son las reformas energética, la de competencia económica, la de telecomunicaciones, la financiera y la laboral.

El fortalecimiento de la Hacienda pública y las nuevas normas e instituciones del Estado también permiten normas en las reformas del Estado, para mejorar las instituciones y permiten avanzar en las reformas al sistema de impartición de justicia y crear un sistema más transparente, expedito y eficiente.

Con base en esos recursos públicos, aseveró, la reforma educativa deberá sentar las bases de transformación del sistema de enseñanza nacional en un esfuerzo que no admite titubeos ni retrocesos, ya que lo que está en juego es el futuro. “Es que no hay nada más igualador que un empleo y educación de calidad”, puntualizó