Siete activistas de Greenpeace proyectaron ayer el mensaje: «Salven el clima. El sol es la respuesta” en las ruinas de Machu Picchu en Perú, en vísperas del inicio de la cumbre climática de la ONU, en Lima. La organización ambientalista insta a los líderes del mundo que asisten a la vigésima sesión de la Conferencia de las Partes (COP20), a adoptar un nuevo curso que conduzca a un mundo con 100% energías renovables para el año 2050. Entre los activistas que participaron hay personas provenientes de Argentina, Brasil, Chile, España, Austria y Alemania.
«Machu Picchu es el lugar elegido para señalar que el poder del sol marcó nuestro pasado y que de su utilización depende nuestro futuro. Para resolver la crisis energética vigente, es necesario que los asistentes a la COP se comprometan con la energía más abundante con la que cuenta el mundo” -expresó Martin Kaiser, jefe de la Delegación de Política Climática de Greenpeace-. “El reciente acuerdo entre EE.UU. y China es un punto de inflexión que debe estimular el compromiso mundial hacia la meta de 100% energías renovables para todos. En la COP 20, hacemos un llamado a los principales países emisores a que establezcan compromisos ambiciosos para 2025. El mundo entero está mirando y ahora es el momento de actuar.»
En esta oportunidad, la Conferencia de las Partes, reúne a ministros de 194 países y en ella se negociarán durante 12 días la estructura de lo que será el nuevo acuerdo climático de Paris para el año próximo. Además, proporcionará una visión anticipada del escenario de largo plazo con respecto a la eliminación gradual de las centrales de carbón, la tasa de utilización de energías renovables, y el apoyo financiero y tecnológico a los países más vulnerables y menos desarrollados.
Para marzo de 2015, cada país debe establecer su objetivos climáticos a nivel nacional. Greenpeace plantea que todos los países deben presentar compromisos concretos para 2025, con el objetivo de acelerar la transición hacia un escenario de 100% energías renovables para 2050. Estos compromisos deben mejorarse cada cinco años para asegurar tanto la responsabilidad política y como el desarrollo tecnológico.
«Como anfitriones, y una de las regiones que más sufre los impactos del cambio climático, Latinoamérica debe demostrar liderazgo para enfrentar esta crisis global– compartió Mauro Fernández, coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace Andino-. “La comunidad mundial está despertando y requiere una acción audaz para dejar de retrasar la transición de los combustibles fósiles a los sistemas de energía renovables. Es esencial que Brasil – por serla economía más grande de la región – ponga fin a la deforestación para 2020 y reduzca significativamente sus emisiones hacia 2025. Es esencial que las negociaciones en Lima impulsen un acuerdo internacional ejemplar para el próximo año en París «.