Los normalistas de Ayotzinapa secuestrados en Iguala sí fueron quemados en el basurero de Cocula y sus cenizas y restos sí fueron lanzados al río en Cocula, revelan los primeros avances sobre los peritajes en la universidad austriaca de Inssbruck.
Teléfono Rojo conoció un avance de la información y, aunque sujeta a culminación dada la destrucción de los cuerpos y las dificultades para extraer pruebas de ADN confiables, sí logró establecer la identidad de algunos alumnos.
A continuación la información completa ofrecida por Teléfono Rojo como primicia:
* Avance desde Innsbruck: los cuerpos quemados son de los normalistas
* El gobierno necesitará apoyo internacional para informar y convencer
* Jalisco y Tamaulipas se adelantaron al plan presidencial de seguridad
Escuecen los primeros informes.
Las pocas partes de cuerpos humanos rescatadas del río San Juan, en Guerrero, lamentablemente confirman las informaciones proporcionadas por tres sicarios del cártel Guerreros Unidos.
Los datos son parciales y no pueden presentarse como pruebas concluyentes, pero los indicios generan desesperanza sobre la suerte de los 43 normalistas de Ayotzinapa secuestrados en el municipio perredista de Iguala.
Se cumple así el ritual adelantado el 7 de noviembre por el procurador Jesús Murillo Karam cuando anunció la detención de tres delincuentazos: Jhonatan Osorio Gómez El Jona, Patricio Reyes Landa El Pato y Agustín García Reyes El Chereje.
Dijo Murillo Karam:
“Para poder determinar que son los estudiantes, necesito acumular las formas de identificación que puedan darse.
“Hay michos indicios que ustedes vieron, precisamente –por eso los mostramos- que nos podrían indicar que son (los estudiantes)
“Pero la obligación de la autoridad, que tiene como función la clara identificación de las cosas, nos obliga a mantener la investigación hasta que tengamos una certitud total”.
LA TERRIBLE TAREA DE INFORMAR Y CONVENCER
Los peritajes van avanzados en una universidad austriaca de Innsbruck.
De allá vendrá la corroboración, aunque quién sabe si sobre los 43 jóvenes porque, como declararon los sicarios y lo confirmó Jesús Murillo Karam, tal vez no todos los cadáveres sean identificables.
Tal vez no escapó ninguno, como mostró el video del interrogatorio.
-¿Cuántos estudiantes traían? –preguntó un agente.
-Eran… dicen que eran 44 ó 43 –contestó uno de los detenidos.
De confirmarse este adelanto, vendrá lo más difícil para el gobierno de Enrique Peña Nieto: cómo informar a los familiares de las víctimas y sobre todo cómo convencer.
Tal vez se respalde en los propios peritos quienes, con el aval de comisiones internacionales participantes, organizaciones no gubernamentales y abogados de las víctimas informarían cómo se hizo todo el proceso de identificación.
Queda claro el propósito gubernamental de transparentar toda la investigación en aras de dejar satisfechos a los deudos y a la sociedad, como declaró el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong.
La espera debe terminar antes de envejecer diciembre.
INF./TELEFONO ROJO