América Latina y el Caribe tiene las reservas de tierra cultivable más grandes del mundo; sin embargo, el 14% de la degradación del suelo ocurre en la región, indicó la FAO.
Con motivo del lanzamiento regional del Año Internacional de los Suelos 2015, la FAO subrayó que es fundamental el cuidado y la preservación de la tierra para que América Latina alcance la meta de erradicación del hambre.
La agencia de la ONU recordó que los suelos saludables son la base de la agricultura, además de que son reservorios de la biodiversidad y forman parte del ciclo de carbono, por lo que es necesario cuidarlos para mitigar y enfrentar el cambio climático.
La representante regional adjunta de la FAO para América Latina, Eve Crowley, indicó que al no ser un recurso renovable, la preservación de los suelos supone un reto muy urgente.
“Un centímetro de suelo puede demorar mil años para formarse y este mismo centímetro puede ser destruido en solamente algunos minutos por causa de degradación debido a un mal manejo”, enfatizó.
La degradación de los suelos tiene un impacto negativo en muchas de sus funciones críticas para la producción de alimentos y la provisión de servicios ecosistémicos, y sus principales causas incluyen la erosión hídrica, la aplicación intensa de agroquímicos y la deforestación.
La degradación también está asociada con la pobreza: Un 40% de las tierras más degradadas del mundo están en zonas con elevadas tasas de pobreza. Los agricultores pobres tienen un menor acceso a la tierra y al agua, trabajando suelos de mala calidad y con una alta vulnerabilidad a la degradación