Este estrecho cañón por cuya ínfima hendidura se cuelan los rayos del sol es territorio sagrado para los indios navajos.
Se formó hace millones de años por la acción incansable del agua que ha ido puliendo las paredes de arenisca y dejando al descubierto betas de mil colores.
Situado en el corazón de la Nación Navajo, en el estado de Arizona, cuenta con dos formaciones separadas: el Upper Antelope Canyon y Lower Antelope Canyon.
Los navajos permitieron su visita en 1997 y solo puede recorrerse con guía debido al peligro que conllevan las inundaciones instantáneas.