Improvisa, busca un billete de avión y escápate a Londres, la ciudad de las compras, los musicales y las grandes exposiciones. No te faltan motivos.
1- Las compras siempre son una gozada en Londres pero las rebajas son épicas. A su moda personalísima se suman en enero unos precios más que atractivos. Las principales tiendas de ropa y complementos lucen el cartel de rebajas desde hace unos días. Varios templos de ropa vintage y de segunda mano ofrecen precios espectaculares, Camden Market, Blitz o Rellik, aunque no compres merecen una visita.
2- Más compras pero ahora por los carismáticos y encantadores mercados londinenses. Hay doce (o más) y de todo tipo. Destacamos los siguientes. De antigüedades, el Alfies Antique Market con un café en su espectacular terraza; de comida gourmet, el Borough Market, el top en delicias gastronómicas, el Broadway Market y el Real Food Market en South Bank; de curiosidades, Greenwich Market; el Portobello Road Market, y el clásico y céntrico Covent Garden, cuyas variadas y selectas tiendas tienen colgado el cartel de rebajas.
3- Los insaciables del musical tienen en Londres un paraíso. La cartelera londinense ofrece grandes maravillas del género musical y este principio de año está repleta de grandes clásicos. Si no los has visto aún, ahora es el momento de disfrutar con la música, el montaje, la escenografía y el vestuario de El Rey León, El Fantasma de la Ópera, Mamma Mia, Los Miserables, Charlie y la Fábrica de Chocolate y Billy Elliot.
4- Aprovecha las atracciones gratuitas que ofrece la ciudad (y además en esta época del año están menos concurridas). El British Museum, el Museum of London, la National Gallery, que en estos momentos tiene en cartel la espléndida exposición «Los obras tardías de Rembrandt», hasta el 18 de enero, tienen la entrada libre y hay muchas más.
5- Durante tu paseo por las calles de Londres no olvides los maravillosos parques de la ciudad. Todos tiene sus puertas abiertas durante todo el día y en invierno lucen una estampa bellísima con sus ramas desnudas recortadas en el cielo gris (o no) de Londres. Y si te has quedado helado de frío no te queda otra que buscar uno de los miles de pubs calentitos para disfrutar de buen ambiente frente a una pinta de cerveza.