Bryggen es el barrio portuario de Bergen. Un pequeño casco antiguo situado al este de la ciudad cuyas casas de colores y de madera le han hecho situarse como la imagen de Noruega en numerosas ocasiones, sobre todo en las postales. Se trata de uno de los lugares más antiguos de Bergen, ya que su llamativa construcción, declarada Patrimonio de la Humanidad, fue creada y ocupada por La Liga Hanseática en 1360. Ésta se trataba de una federación de comerciantes alemanes que tenían controladas varias localidades del mar Báltico, los Países Bajos, Suecia, Polonia y Rusia con motivos defensivos y comerciales.
Tras la ocupación de Bergen, la Liga Hanseática tenía bajo su mando todo el pescado del mar del Norte. Se establecieron en Bryggen, por aquel entonces conocido como Tyskebryggen (embarcadero en alemán), construyendo las únicas casas que hoy quedan de la época en el país. La mayoría de ellas sufrieron varios incendios, por lo que fueron reconstruidas en numerosas ocasiones, aunque se ha seguido fielmente el estilo de las originales.
De las 20-25 que había en la época, sólo se han podido recuperar unas pocas de ellas que fueron reconvertidas en pequeñas tiendas de ropa, de decoración navideña, restaurantes o bares. Sin embargo, la principal peculiaridad de todas ellas es que los interiores de estos locales están torcidos. La madera ha ido cediendo con el tiempo y ha adoptado la forma original del barrio.
Si paseamos por el interior de Bryggen, veremos también algunas curiosas características del antiguo centro de administración de la Liga Hanseática, ocupado por los miembros de la federación para llevar, tratar y limpiar el pescado que posteriormente venderían. Allí, también tenían su residencia. Hoy, todavía se mantienen las poleas que ayudaban a subir la mercancía a los pisos superiores; o los escudos que distinguían a cada gremio de la liga, como el unicornio o el reno; las cocinas situadas al final de cada bloque para evitar incendios y que sólo podían encenderse en invierno; o las fuente que había en el patio trasero de donde sacaban el agua.
En aquella época, y durante los 400 años de ocupación, Bryggen era exclusivamente de hombres. Se trataban de pescadores que debían de vivir por y para la liga. Entre las múltiples restricciones que les regían, debían de mantenerse solteros e incluso se les prohibía tener hijos. Aquellos que desobedecían su reglamento interno eran castigados.
Hoy, toda la historia de Bryggen y de la Liga Hansética la encontramos en los Museo Hanseático y el Museo Bryggen, situados al comienzo del barrio y justo enfrente del puerto de Bergen. Si decidís visitar este curioso lugar no os perdáis su salmón o su famoso pescado seco, pues en este barrio todo es delicioso.