La Navidad en Cataluña es un tanto escatológica. Al popular caganer, que podemos encontrar en casi todos los pesebres de esta Comunidad Autónoma, hay que sumarle la tradición de el caga tió, el Papa Noel catalán.
Su principal característica es que se trata de un tronco, con ojos y boca sonriente, al que se le coloca una barretina en la cabeza y una manta en el costado.
Durante los días previos hay que alimentarlo para que, la noche del 24 de diciembre, haya engordado y tenga en su interior más regalos. Para poder sacarlos, según marca la tradición, hay que golpearlo mientras se canta una canción popular.