¿Qué pasó antes, durante y después de la Toma de Zacatecas, uno de los combates decisivos de la Revolución Mexicana?, ¿cuál fue el papel de la prensa?, ¿el posicionamiento de los bandos, sus estrategias?, ¿los estragos de la guerra más allá de esa ciudad, en la arquitectura y su gente? Esos y otros aspectos inéditos sobre el desarrollo de los hechos se dan a conocer en el libro 1914 Miradas fragmentadas de la revolución en Zacatecas.
La novedad editorial, que reúne además una abundante aportación en imágenes, cerca de 80 fotografías de la batalla y la Toma de Zacatecas provenientes de diversos archivos de Estados Unidos y México, muchas de ellas inéditas, es auspiciada por los institutos Nacional de Antropología e Historia (INAH), Zacatecano de Cultura “Ramón López Velarde” y de Investigaciones “Dr. José María Luis Mora”.
El volumen será presentado este jueves 21 de enero en la sede del Instituto Mora (Plaza Valentín Gómez Farías 12, colonia San Juan Mixcoac), a las 18:00 horas, por sus coordinadores: la doctora Guadalupe Villa Guerrero, docente investigadora del citado Instituto Mora, y el maestro Limonar Soto Salazar, profesor-investigador del INAH en Zacatecas.
En entrevista, el historiador Limonar Soto comentó que 1914 Miradas fragmentadas de la revolución en Zacatecas es fruto de un seminario que estuvo dedicado al análisis de la famosa batalla del 23 de junio de 1914 —suceso definitivo en el derrocamiento del huertismo y punto de quiebre entre los líderes revolucionarios—, bajo una perspectiva interdisciplinaria que conjugó el estudio histórico, arquitectónico y arqueológico.
Resultado de ese diálogo son los ocho artículos ahora compilados y que abundan, por ejemplo, en la estrategia militar de Felipe Ángeles y el poder armado de la División del Norte; el dispositivo de defensa federal y los mandos huertistas; el temor de la sociedad zacatecana por la guerra; los estragos de la lucha en el medio rural y los efectos destructivos de la batalla en la ciudad y sus alrededores.
Otros ensayos tocan el papel de los cuerpos de sanidad, particularmente el desempeño de las enfermeras; la participación de los fotógrafos a través de los testimonios gráficos y los vestigios de la cultura material de orden bélico que dejó la batalla en la serranía zacatecana.
Los autores de estos escritos: Martha Eva Rocha Islas, Lorena Salas Acevedo, Antonio Campuzano Rosales, Ineida Ramos Ballesteros, Armando Nicolau, Águeda Venegas de la Torre, Margil de Jesús Canizales Romo, y los propios coordinadores, provienen de disciplinas como la historia, la arquitectura y la arqueología, y en algún caso, del ámbito castrense.
Para 1914 la Revolución Constitucionalista, que desconocía al régimen de Victoriano Huerta, ya había sumado logros importantes. La ciudad de Zacatecas representaba un área estratégica en el escenario de guerra dada su posición intermedia en el cruce del ferrocarril central mexicano, que unía al norte y al centro del país, era un enclave a defender para evitar la derrota a manos de los revolucionarios.
A pesar de su importancia en el desarrollo del proceso revolucionario y de la historia mexicana, el historiador Limonar Soto considera que ha sido un tema poco abordado desde el rigor de la investigación científica. Por ello, cada artículo de la reciente publicación implicó una inmersión en archivos locales: del estado de Zacatecas, de la Ciudad de México e incluso de Estados Unidos, incluidos acervos del Ejército mexicano, y fondos fotográficos como el de Federico Sescosse, el de José Enciso, de la UNAM, de la Fototeca Nacional del INAH y la Mapoteca Manuel Orozco y Berra, y del Instituto Getty de California.
Uno de los ensayos que despliega un mayor número de instantáneas únicas de los sucesos es el firmado por la doctora Guadalupe Villa Guerrero, dedicado a los fotógrafos y la prensa asociados con la Batalla de Zacatecas.
“En esta misma línea ilustrativa, el libro incluye un mapa de la lucha donde se representan los sitios donde se dieron los enfrentamientos, en cerros y montes. A lo largo del tiempo, las posiciones de los bandos de este encuentro han sido erróneamente localizadas y representadas; en nuestro caso, el equipo interdisciplinario volvió a las fuentes, a su cotejo, y posteriormente debatimos para señalar con exactitud los lugares donde se libraron los combates.
“Se muestran los puntos de partida de cada una de las brigadas, la revolucionaria y la de los federales; sus objetivos y, por ende, los puntos del teatro de la batalla”, dijo el investigador, quien abunda que los arqueólogos Ineida Ramos y Armando Nicolau llevaron a cabo un recorrido de campo para hacer una lectura del paisaje de la serranía zacatecana e identificar los vestigios de sistemas de trincheras, “nidos de águila” y parapetos.
El propio historiador indagó en torno a la guarnición huertista, el bando perdedor que ha sido también desdeñado dentro de las investigaciones históricas sobre este hecho, y que no obstante hizo un esfuerzo único —eran alrededor de 11 mil efectivos— para defender la plaza ante las fuerzas revolucionarias que la doblaban en número.
Los ensayos que integran 1914 Miradas fragmentadas de la revolución en Zacatecas ofrecen un recorrido en espiral, dado que la batalla en la capital Zacatecas fue sólo un momento en el marco de una lucha que conllevó el cerco revolucionario previo en comunidades y poblaciones cercanas, lo que se tradujo en miedo e incertidumbre, caos y muerte, para sus pobladores.