La regulación del consumo de la marihuana no ayudará a disminuir la violencia del narcotráfico y el peligro para los consumidores, además se envía un mensaje equivocado a la sociedad, propiciando un aumento del consumo y los problemas sociales y de salud, advirtió la Arquidiócesis de México.
A través de su editorial Desde la fe de este domingo, la Iglesia señaló que la discusión sobre el tema llegó a México después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobara, en noviembre de 2015, la producción de marihuana para consumo personal a cuatro personas, con el argumento de respetar el libre desarrollo de la personalidad, como parte de sus derechos humanos.
Recordó que en los últimos años se han realizado en distintas partes del mundo los foros para analizar el problema social que implica el consumo de las drogas y el combate que de ello se hace mediante leyes prohibicionistas, las cuales, precisó, provocan necesariamente una persecución a quienes producen, a quienes comercializan y a quienes consumen estas sustancias.
“Los resultados han sido desastrosos porque ha aumentado la violencia criminal, se han sobrepoblado las cárceles y no ha disminuido el consumo. México es un ejemplo claro de todo ello. La discusión sobre el tema ha llegado también a nuestro país después de que la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobara, en noviembre de 2015, la producción de marihuana para consumo personal a cuatro personas, con el argumento de respetar el libre desarrollo de la personalidad, como parte de sus derechos humanos”, advirtió.
Ante los cinco foros que emprendió el Gobierno federal y que están por concluir, la Iglesia Católica organizó un foro sobre la marihuana en la Universidad Pontificia de México, con el objetivo de argumentar sobre las consecuencias del llamado uso lúdico o recreativo de la marihuana, diferenciándolo del uso medicinal que puede tener justificaciones científicas.
La mayoría de los expositores presentó innumerables pruebas científicas sobre la inconveniencia de promover la legalización de este enervante, porque los primeros afectados serán los jóvenes, de tal forma que si se quiere evitar la violencia por su prohibición, se desatará un problema de salud pública por su consumo.
INF./TELÉFONO ROJO / QUADRATIN