Un grupo de expertos de la UNESCO concluyó una misión de evaluación de la integridad del Patrimonio Mundial de Palmira, en Siria, donde varios edificios emblemáticos fueron destruidos por el grupo extremista ISIS.
El sitio fue rescatado recientemente por las fuerzas gubernamentales sirias, luego de haber sido ocupado desde mayo del año pasado por el ISIS.
Durante ese periodo Palmira sufrió daños considerables, incluida la destrucción del Templo de Bel y del Arco del Triunfo. Además, los integristas asesinaron a los arqueólogos que custodiaban esos tesoros de la antigüedad.
Los expertos de la UNESCO inspeccionaron tanto el Museo de Palmira como su sitio arqueológico.
La misión estuvo encabezada por la directora del Centro del Patrimonio Mundial, Mecthild Rössler, quien habló con Radio ONU.
“En el caso del Museo hay grandes daños y muchas piezas desperdigadas. La mayoría de las colecciones más valiosas fueron trasladadas a lugares seguros con anticipación y tenemos mucha suerte de que haya sido así. Pero el Museo necesita un gran trabajo de restauración algo que espero empiece pronto”, señaló.
En cuanto al sitio arqueológico, la misión consideró que a pesar de la destrucción de varios edificios icónicos, este aún conserva gran parte de su integridad y autenticidad.
Rössler advirtió, no obstante, que la situación continúa siendo frágil ya que las operaciones de desminado llevadas a cabo por fuerzas militares sirias y rusas no han concluido y todavía existen muchas trampas explosivas esparcidas por la ciudad antigua.
Los expertos emitirán un informe final con recomendaciones sobre las medidas de conservación necesarias que será presentado en la próxima reunión del Comité del Patrimonio Mundial en Estambul, Turquía, en julio de este año.
El oasis de Palmira se encuentra al noreste de Damasco, en el desierto de Siria. Alberga las ruinas monumentales de una gran ciudad que fue uno de los centros culturales más importantes de los siglos I y II.