Cinco cascos azules murieron durante una emboscada perpetrada el pasado domingo en Mali contra efectivos de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en ese país (MINUSMA).
Según un comunicado de la MINUSMA, el incidente, en el que otro casco azul quedó herido, ocurrió en la mañana cerca del pueblo de Secaré. Los fallecidos eran de un contingente de Togo.
Al conocerse el acontecimiento, el Secretario General, Ban Ki-moon, y el Consejo de Seguridad también condenaron ese acto enérgicamente.
En un comunicado, Ban observó con tristeza que este último ataque ocurrió un 29 de mayo, Día Internacional del Personal de Paz de la ONU, que honra a las mujeres y hombres que sirven con honor, dignidad y dedicación bajo la bandera de Naciones Unidas.
En el texto, emitido por la oficina de su portavoz, Ban también recordó que un ataque contras las fuerzas de paz de la ONU puede constituir un crimen de guerra bajo el derecho internacional.
Por su parte, en otro comunicado de prensa, el Consejo de Seguridad reafirmó que todas las formas y manifestaciones de terrorismo representan una seria amenaza a la paz y la seguridad internacional y expresó preocupación por la situación de seguridad en Mali.
En sus respectivos comunicados, tanto la MINUSMA, como el Secretario General y el Consejo de Seguridad trasmitieron sus más sentidas condolencias a los familiares de las víctimas, así como al Gobierno y al pueblo de Togo y desearon una pronta recuperación al caso azul herido.