Durante la promulgación de las leyes del Sistema Nacional Anticorrupción, el Presidente Peña Nieto reconoció que cometió un error y pidió perdón por el agravio y la indignación que causó a los ciudadanos por su vínculo con la llamada «Casa Blanca».
«Reconozco que cometí un error. Este error afectó a mi familia, lastimó la investidura presidencial y dañó la confianza en el Gobierno. En carne propia sentí la irritación de los mexicanos, la entiendo perfectamente», afirmó Peña.
Afirmó que estas leyes obligan a la reflexión y a la autocrítica y dijo que ésta pasa incluso por él mismo.
El sistema, indicó, implica un cambio de paradigma para fortalecer la integridad de los servidores públicos. «Estoy seguro de que en México habrá un antes y un después con este sistema», afirmó en el evento en Palacio Nacional.