La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) llamó a autoridades, maestros y sociedad a encontrar caminos para evitar que los niños del país se queden sin clases.
En un comunicado, consideró que “las luchas sindicales y gremiales deben encontrar caminos mucho más creativos y propositivos”.
También opinó que dejar a un niño sin clases es un gran contrasentido, por lo que urgió a “utilizar la pedagogía de la compasión, que parte de la comprensión y la promoción del otro, para resolver conflictos o adversidades”.
En el comunicado suscrito por el arzobispo de Guadalajara y presidente de la CEM, Francisco Robles Ortega; el secretario general, Alfonso Miranda, y el arzobispo de Morelia, responsable de Pastoral Educativa, Alberto Suárez Inda, exhortó a los docentes a defender el ejercicio de su vocación ante cualquier otro valor o interés.
La Iglesia católica reconoció que la reforma educativa impulsada por el actual gobierno tiene aspectos positivos y otros que pueden mejorarse, pero es un primer paso en el largo camino que se debe recorrer para alcanzar niveles educativos más dignos.
Por tanto, dijo, “es necesario escuchar y analizar los cambios que requiera para que sea una reforma más integral y justa para todos”.
También llamó a todos los actores de la sociedad a participar con ecuanimidad, sumo interés y amplia responsabilidad en las etapas subsecuentes y subrayó que lo prioritario es abrir espacios para que gobierno y sociedad, conjuntamente, decidan de modo realista los pasos a seguir en esa materia estratégica.
La CEM subrayó que “todos debemos revisar nuestra idea de educación. Porque esa actividad humana fundamental no se encierra en las escuelas, pues se extiende a la familia una vez que los padres son los primeros responsables de sus hijos”.
Instó a la sociedad y al gobierno a apoyar a todos los que tienen la misión de educar. “No sólo a los maestros, sino también a los padres de familia, los abuelos, múltiples entrenadores y personas a cargo de niños, jóvenes y adultos para que tomemos mayor conciencia de la gran responsabilidad educativa”.
Al señalar que está pendiente el trasfondo del modelo educativo, la Conferencia Episcopal hizo alusión al contenido del documento “Educar para una Nueva Sociedad”, que los obispos de México presentaron en octubre de 2012.
Argumentó que como parte de la sociedad mexicana “la iglesia católica ha coadyuvado y quiere seguir haciendo su mejor esfuerzo en esta materia”.
Subrayó que la Constitución garantiza la libertad religiosa también en materia de educación, lo que permite que todos puedan participar, desde la diversidad y no sin ciertas dificultades, en múltiples iniciativas privadas educativas.
INF./Notimex