El grupo autodenominado Estado Islámico (EI) reclamó la autoría de un ataque con bomba en la capital de Afganistán, Kabul, que dejó al menos 80 muertos y más de 200 de heridos -según nota de BBC Mundo-.
Las víctimas pertenecen a la minoría étnica hazara, musulmanes chiitas, y participaban en una manifestación en la plaza Deh Mazang cuando ocurrió el ataque.
Protestaban por la nueva línea eléctrica que construyó en gobierno y que no pasa por las provincias en las que muchos de ellos viven.
De acuerdo a la agencia de noticias Amaq, ligada a EI, dos militantes yihadistas «detonaron sus cinturones explosivos».
La explosión ocurrió durante una manifestación de los hazara en Kabul.
Según un periodista autónomo que trabaja para la BBC desde Kabul, la calle quedó cubierta de sangre, partes de cuerpos y escombros.
El presidente afgano Ashraf Ghani condenó el ataque.
Y también lo hizo el Talibán, cuyo portavoz Zabiullah Mujaheed envió un correo electrónico a los medios para informar que el grupo no está detrás del mismo.
EI y el Talibán se declararon la guerra mutua en 2015.