El presidente municipal de Álvaro Obregón, Juan Carlos Arreygue, un mando medio policial y otros tres funcionarios públicos fueron recluidos en el Centro de Rehabilitación Social “David Franco Rodríguez” por su presunta responsabilidad en el homicidio de diez personas el 29 de julio.
El edil, relató en conferencia de prensa el procurador José Martín Godoy Castro, habría presuntamente ordenado que policías de esa municipalidad procedieran a levantar a Juan Carlos , con quién había una relación laboral ligada al ayuntamiento y a partir de la cual tuvieron presuntos desacuerdos.
Los efectivos de seguridad, siguiendo las ordenes del alcalde, según se recopiló información en los testimonios dijo Godoy Castro, arribaron hasta una tienda de abarrotes ubicada en los límites de Cuitzeo e Indaparapeo, sitio en el que se encontraba Juan Carlos y sus compañeros conviviendo.
Así pues, los policías, montados en tres patrullas municipales, a punta de pistola obligaron a las diez personas a montarse a una camioneta, tipo Tacoma, misma a la que escoltaron hasta un predio ubicado ya en el municipio de Álvaro Obregón.
Acto seguido, dieron muerte a todos los ocupantes de la camioneta tacoma, para luego llevarlos a otro terreno ubicado en el camino de terracería que corre de San Juan Tararameo a la Presa de Cheguallo, en Cuitzeo y donde fueron quemados y consumidos sus despojos hasta quedar solo huesos.
El móvil del crimen al momento no ha sido dado a conocer, salvo que fueron “desacuerdos” entre Juan Carlos y el edil.
El hallazgo de los cuerpos calcinados se hizo la mañana del sábado 30 de julio y en las primeras hipótesis se habló de una presunta explosión de contenedores de gasolina, ya que un día anterior a este se había reportado el incendio de una camioneta, esto luego de que trataran robar gasolina, sin embargo, esto se descartó cuando se reveló que no había indicios de contenedores.
Pero no fue hasta pasado el mediodía que un vecino de Indaparapeo arribó al lugar a dar su testimonio a las autoridades, declarando entonces que él sabía de la desaparición de sus compañeros de trabajo, los cuales habían sido levantados el viernes pasadas las 23:00 horas mientras estaban conviviendo.
Entonces expuso a las autoridades tener conocimiento de que entre los desaparecidos había tres menores de edad: Enrique, Gustavo y Braulio, así como tres trabajadores originario de Álvaro Obregón.
INF./TELÉFONO ROJO/Quadratín Michoacán