El Secretario General de la ONU condenó el atentado suicida cometido ayer contra el Hospital Civil, en Quetta, Pakistán, que según cifras preliminares causó la muerte de 69 personas y dejó más de cien heridos.
En un comunicado leído por su portavoz, Ban Ki-moon subrayó que un ataque dirigido de manera específica a los enfermos en un hospital es especialmente aberrante y pugnó por que se juzgue a los autores.
“El Secretario General urge al Gobierno a hacer todo lo posible para garantizar la seguridad de la población y presentar ante la justica a los responsables del ataque de hoy”, dijo Farhan Haq.
Esta mañana, un hombre cargado de explosivos se inmoló en la entrada de emergencias de ese centro médico de la provincia de Baluchistán. El atentado fue reivindicado por una facción del Talibán.