La gimnasta checa Vera Caslavska, la atleta olímpica más condecorada de su país y una de las voces más poderosas en su lucha contra la ocupación soviética, falleció a los 74 años de cáncer de páncreas.
Caslavska, una de las dos mujeres en ganar el oro de manera consecutiva como la mejor gimnasta del «all-around» (individual general), conquistó siete medallas de oro entre los Juegos Olímpicos de Tokio 1964 y los de Ciudad de México 1968.
En los últimos compitió y venció a gimnastas soviéticas apenas semanas después de que tanques del Ejército Rojo ingresaran a la entonces Checoslovaquia para eliminar los intentos de reformar el régimen comunista. «Fuimos a México determinados a sudar sangre para derrotar a los representantes de los invasores», dijo al sitio de noticias Aktualne.cz en una entrevista en el 2014.
Un recuerdo de esos Juegos es la protesta silenciosa de Caslavska de inclinar la cabeza en el podio cuando sonó el himno soviético, semejante a la famosa imagen del velocista estadounidense Tommie Smith haciendo el saludo del Poder Negro en solidaridad con el movimiento por los derechos civiles en su país.
«Vera era una luchadora. Fue diagnosticada el año pasado en primavera», dijo el presidente del Comité Olímpico Checo, Jiri Kejval, quien anunció su fallecimiento y comentó a Reuters por teléfono que la gimnasta murió mientras dormía.
Tras sus críticas a la invasión de 1968 y la negativa a retirar su firma del «Manifiesto de 2000 palabras» del movimiento de protesta de la Primavera de Praga contra la interferencia soviética, Caslavska fue expulsada del sindicato deportivo checo y perseguida.
Desde 1974 entrenó a otras gimnastas en su país y, entre 1979 y 1981, también en México, el lugar de su mayor triunfo. Cuando el régimen comunista terminó en Checoslovaquia en 1989, el nuevo presidente Vaclav Havel la convirtió en su asesora de temas deportivos y sociales.
Sus otras medallas incluyeron oros consecutivos en salto en 1964 y 1968. También ganó en viga en 1964 y en las barras asimétricas y suelo en 1968. Larisa Latynina es la otra gimnasta femenina en obtener el título olímpico seguido en el individual general, en 1956 y 1960 para la Unión Soviética. Se quedó con la medalla de plata en el evento en los Juegos de Tokio 1964, perdiendo ante Caslavska.
inf./Reuters