La agencia espacial estadounidense (NASA) postergó por 24 horas el lanzamiento del satélite Glory, que recogerá datos sobre la influencia del Sol y las partículas que circulan en la atmósfera terrestre en el clima del planeta.
La partida del cohete Taurus XL, que impulsará el satélite hasta su órbita, estaba fijada para las 10:09 hora GMT en el Complejo de Lanzamiento Espacial 576-E en la base aérea Vandenberg en California.
La NASA indicó que los técnicos trabajan en la solución del problema que demoró el lanzamiento, y se espera que las condiciones meteorológicas para el lanzamiento sigan siendo propicias el jueves.
«La misión Glory proporcionará datos de alta precisión sobre los aerosoles y la radiación solar que servirán para la elaboración de modelos y el pronóstico de cambios en el clima de la Tierra», explicó el director ejecutivo del programa, Joy Bretthauer, en una conferencia de prensa previa al lanzamiento.
Datos contra el calentamiento
El Glory se incorporará al programa «A-Train», compuesto por el conjunto de satélites de observación de la Tierra que ya están en órbita y que investigan las variables que afectan al clima.
El artefacto espacial, del tamaño de un refrigerador, está equipado con un instrumento capaz de medir las sutiles fluctuaciones de la energía emitida por el Sol.
Las partículas, conocidas como aerosoles, y la energía solar afectan al balance energético del planeta, ya que influyen tanto la cantidad de energía que entra como la que sale de la atmósfera terrestre.
Las partículas que medirá el Glory son lo suficientemente pequeñas como para flotar en la atmósfera de la Tierra y afectan las condiciones meteorológicas ya sea por la luz solar que absorben o porque la reflejan.
Glory pretende averiguar, por ejemplo, si estos aerosoles podrían cambiar los patrones de la lluvia al introducirse en las nubes o si se acumularan en la atmósfera, y si estos efectos serían de larga duración.
Los efectos de algunos aerosoles se limitan a las partes del mundo que los generan. Por ejemplo, las ciudades en países en desarrollo producen hollín, y es en esas áreas donde se ven los efectos de manera más clara.
Sin embargo, otros aerosoles como el polvo del desierto del Sahara llegan lo suficientemente alto en el aire como para ser transportados a través de los océanos. En el caso del Sahara, el polvo se ha visto en el Caribe.
El satélite que será lanzado desde California entrará en una órbita que le permitirá escanear casi toda la superficie de la Tierra.
Los científicos esperan que el Glory, junto con el resto de satélites y una futura misión llamada Carbon Observatory-2 (OCO-2), prevista para febrero de 2013, ofrezcan la visión más completa hasta ahora del clima de la Tierra y de lo que lo hace cambiar.