La Asamblea General de la ONU analizó hoy el creciente impacto del fenómeno meteorológico El Niño en la humanidad y debatió las medidas recomendadas para afrontarlo.
El presidente del órgano deliberativo, Peter Thomson, recordó en la reunión plenaria que el último episodio del fenómeno provocó graves daños a 60 millones de personas a través de las sequías extremas, los huracanes y las numerosas inundaciones que originó o exacerbó.
“Con los efectos del cambio climático y El Niño, se ha visto más intensidad, frecuencia y variabilidad de eventos meteorológicos extremos que golpean principalmente a los países menos responsables del cambio climático. Estos eventos extremos, según las predicciones, van a empeorar en el futuro”, dijo.
Thomson añadió que el impacto humanitario del fenómeno ha creado muchas necesidades como una mayor inseguridad alimentaria, desnutrición y más enfermedades respiratorias, además de que ha golpeado los servicios de educación y salud en muchos países.
Ante la amenaza que implica El Niño para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en muchos países, el presidente de la Asamblea General subrayó que es urgente adoptar medidas y estrategias a largo plazo para afrontarlo.
Entre ellas, mencionó la creación de sistemas de alerta temprana, el fortalecimiento de la resiliencia de los países vulnerables y la prevención, mitigación y reparación de su impacto socioeconómico y ambiental adverso.
Asimismo, pugnó por la ampliación de las respuestas humanitarias, y el ofrecimiento de asistencia financiera, técnica y de creación de capacidades a los países que la necesiten.