El actor mexicano Diego Luna consideró hoy esencial “dejar el egoísmo a un lado” para combatir la crisis de los refugiados centroamericanos, en el lanzamiento de la campaña Niñez que huye, de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur).
“Tendemos a olvidar que esa no es la realidad de todos”, aseveró el intérprete de Rogue One, al aludir a la violencia de las pandillas de delincuentes que amedrentan a las comunidades y obligan a los migrantes a pedir asilo en México.
Luna resaltó la importancia de tratar el conflicto desde un prisma humanitario, “más allá de números y estadísticas”.
“Lo más fuerte de escuchar en las historias y del tiempo que llevo trabajando con el tema es ver la indiferencia de los que tenemos la fortuna de vivir en una realidad donde podemos tomar la decisión de quienes queremos ser”, contó.
Tras convivir con los niños centroamericanos en los últimos días, se mostró conmovido por sus historias y convencido de su valor.
“Pueden enriquecer a nuestro país estos niños que llegan con hambre de ser, de crecer, de estudiar, de convertirse en algo”, dijo convencido.
La campaña promovida por Acnur aumentará la entrega de asistencia humanitaria y proporcionará refugio a niños y niñas solicitantes de asilo.
El problema, según el actor, nace de una falta de conciencia por parte de la sociedad y del Gobierno, al que la organización planea pedir mediación.
Explicó que México debe estar a la altura de la nueva situación política y social, en la que “ya no es solo un lugar de tránsito, sino un país “al que muchos quieren llegar”.
“Nos cuesta mucho reconocer lo que está pasando aquí. Hay mucho que tenemos que hacer. Una es entender y perder el miedo a esta realidad”, aseveró.
Para el actor, la situación es de una gravedad equiparable a la vivida en la Segunda Guerra Mundial en cuanto al número de familias desamparadas.
Aprovechó también para establecer otro paralelismo entre los mexicanos que reciben un mal trato en Estados Unidos y el trato de su Gobierno a los migrantes que piden asilo.
“A mí me avergüenza muchísimo la hipocresía de mi Gobierno. Muchas de estas familias, muchos de estos niños son recibidos como criminales en nuestro país”, lamentó.
Es inaudito que “pedir refugio a un lugar donde el Estado pueda garantizar nuestra seguridad” sea un privilegio, indicó Luna.
Las familias que piden asilo en México huyen de sobre todo los países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Honduras y Guatemala).
De acuerdo con las cifras de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), este país pasó de recibir 3.424 solicitantes en 2015 a 8.781 en 2016, lo que supone un aumento del 156,4 %.
Con información de Excélsior