México vive una situación poco común. Pese a haber ganado de forma brillante sus primeros dos partidos en el Grupo F, aún no tiene asegurada su clasificación a la segunda fase de la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018.
Peor aún, salvo una improbable combinación de resultados, una derrota, sumada con una victoria de Alemania sobre República de Corea significaría el regreso a casa de los dirigidos por Juan Carlos Osorio, a pesar de las grandes sensaciones dejadas durante el torneo.
La afición del Tri está, evidentemente, esperando con ansias el partido ante Suecia del próximo miércoles, pero hay razones para la tranquilidad. Las mencionamos a continuación.
Experiencia que marca diferencia
Bien podría decirse que a México le gusta vivir al borde del abismo. En las pasadas seis Copas Mundiales de la FIFA, el Tri debió esperar hasta el último partido para conseguir su clasificación, y siempre lo consiguió. Ciertamente, en dos ocasiones fue derrotado en ese encuentro, pero no por el suficiente margen como para resultar eliminado.
Pero no solo se trata de un dato anecdótico. Varios de los elementos que conforman la selección actual han estado en esa situación, y seis de los que han sido habitualmente titulares en Rusia 2018 fueron también de la partida en el triunfo 3-1 ante Croacia de hace cuatro años, un partido al que el Tri llegaba en circunstancias muy similares.
Buenas sensaciones en el campo
Hay incluso un antecedente aún más parecido. En Corea/Japón 2002, el Tri también había ganado sus dos partidos, ante Croacia y Ecuador, y enfrentaba en el encuentro decisivo a la poderosa Italia. México no era favorito, pero su buen rendimiento en los partidos anteriores se mantuvo para el tercero, y consiguió un empate ante los Azzurri, en un encuentro en el que incluso mereció más.
En Rusia 2018, los aztecas han sido uno de los equipos que más han impresionado. No solo son sus dos triunfos sino la manera de conseguirlos. El Tri ha ilusionado a sus aficionados con su juego vistoso y ofensivo, y no hay razón para pensar que no seguirá siendo el caso ante los rocosos suecos.
Confianza extrema
“Es un genio, un verdadero enfermo del fútbol”, así se han referido jugadores como Javier Hernández, Miguel Layún, Guillermo Ochoa y Marco Fabián al técnico Juan Carlos Osorio. Con cada una de sus palabras, los futbolistas del Tri han dejado clara su confianza extrema en el entrenador colombiano y los planteamientos tácticos que han llevado al equipo a dos victorias.
Pero esa fe no solo se siente de abajo hacia arriba sino también entre los propios futbolistas. La palabra “familia” es una constante cuando los jugadores se refieren al equipo y, varias veces durante el torneo, han mostrado el enorme camaradería a través de las redes sociales. El grupo mexicano está unido y con confianza extrema en sus integrantes, algo fundamental en una situación comprometida.
Serán “locales” otra vez
Era el minuto 67 del partido ante Corea. México acababa de anotar pero tenía un tiro de esquina en contra. Javier Hernández, parado en su propia área, alentó a los aficionados del Tri a gritar lo más fuerte posible. El resultado fue impactante. Los más de 20.000 mexicanos hicieron retumbar la arena Rostov con el cántico que los ha acompañado durante su estancia en Rusia: “Y ya lo ve, y ya lo ve, somos locales otra vez”.
Unos días antes, incluso más aficionados aztecas se hicieron presentes en el Estadio Luzhniki de Moscú durante el triunfo contra Alemania. El Tri es una de las selecciones que más apoyo han tenido durante Rusia 2018, y no parece que ante Suecia vaya a ser la excepción. Las calles de Ekaterinburgo ya están repletas de hombres y mujeres vestidos de verde, dispuestos a hacer sentir al equipo en casa de nueva cuenta.
Por supuesto, los partidos hay que ganarlos en la cancha. Y Suecia será un rival muy complicado, como lo ha sido para los otros dos equipos del grupo. Pero con estas cuatro razones de peso, los fanáticos del Tri pueden sentirse más que optimistas de que su equipo va a seguir haciendo historia en Rusia 2018.