Quién hubiese pensado que continuarían los coletazos mediáticos de El cisne negro mucho más allá de su estreno y el triunfo en el Oscar de su protagonista, Natalie Portman. Por estos días, la controversia se centra en las escenas de ballet que la actriz rodó para la película.
Es que buena parte de los elogios que recibió la actriz (y claro, también un gran porcentaje del premio de la Academia que ganó por él) se deben a su compromiso con el riguroso entrenamiento que recibió, que también le permitió realizar la mayoría de las coreografías que se ven en el film (creadas por su ahora prometido, el francés Benjamin Millepied) .
Hasta que hace pocos días, en una entrevista, Sarah Lane, una bailarina del Ballet de Nueva York que hizo de su doble para las escenas técnicamente más complejas, afirmó que la intérprete sólo había bailado el 5 por ciento de lo que se veía en pantalla.
«Es ella en pantalla» Después de varias idas y venidas, el director del film, Darren Aronofsky, decidió tomar cartas en el asunto y pedirle al montajista de la película que analizara cada una de las tomas de El cisne negro para sumar aquellas que había interpretado su protagonista y las que había bailado Lane.
¿El recuento final? «111 son de Natalie Portman sin retocar, 28 son de su doble Sarah Lane -escribió Aronofsky a la revista EW -. Si hacen la cuenta, el 80 por ciento de las tomas son de Natalie Portman. ¿Y en cuanto al tiempo en pantalla? Las tomas con la doble son planos generales y no duran más de un segundo cada una.
Hay dos secuencias de baile más complicadas en las que reemplazamos su rostro. Incluso contándolas Natalie Portman está en cámara durante el 90 por ciento de la película. Respondo a esto para defender a mi actriz y terminar con la controversia. Ella lo dejó todo para lograr una gran actuación, física y emotiva. Y no quiero que la gente que ve la película piense que no es ella a quien están viendo. Es ella» .
Agencia El Universal